Por Isabel Fernández
A la parte decorativa de un hotel o restaurante, hay que añadir un plus de exigencia a la hora de escoger un pavimento o revestimiento de suelo o pared ya que, debido a su uso intensivo, van a requerir una serie de cualidades: durabilidad, resistencia al desgaste y al deslizamiento, fácil limpieza, aislamiento acústico y térmico, etc. Se trata de proyectos en los que hay que garantizar la seguridad de clientes y empleados, así como el confort en cada uno de los espacios que integran el establecimiento.
Para Gorka Amutio, gerente de Altro Spain Floors and Walls, en un proyecto contract «se deben tener en cuenta criterios que contribuyan a una experiencia del huésped impecable desde su llegada hasta el ckeck out, ya que esto influye directamente en la fidelización del cliente y la rentabilidad del negocio. Más allá del lujo y el atractivo estético, el diseño hotelero debe incorporar elementos funcionales y sensoriales que respondan a las expectativas de los huéspedes actuales. Por ello, los materiales seleccionados deben ser visualmente atractivos, seguros, duraderos, fáciles de mantener, y capaces de transmitir confort y bienestar en todos los espacios del hotel. No podemos olvidar al personal del hotel, desde el departamento de mantenimiento hasta el de limpieza, sin olvidar la recepción o todo el servicio de restauración. Los motivos son variados, pero algunos de los más importantes son la seguridad y la resistencia al deslizamiento, el confort acústico, la mejora del rendimiento de espacios saludables, el confort dinámico a la hora de empujar cargas pesadas, la facilidad de limpieza y reparación o, incluso, el confort de los trabajadores que permanecen horas de pie, reduciendo la fatiga».
Por otro lado, desde el Departamento de Hoteles y Resorts de Porcelanosa Grupo, señalan que «se utilizan dos tipos de criterios: los estéticos y los técnicos. Los primeros responden a parámetros como el formato, el acabado o el color, y su elección está supeditada a razones subjetivas. Los segundos son de obligado cumplimiento (como normativas de resbaladicidad) y tienen que ver con las normativas a cumplir por los materiales dependiendo de su función y del espacio en que se instale».
Además, José Ángel Climent, CEO de Lizzo, comenta que, «en el canal contract, elegir un revestimiento implica encontrar el equilibrio perfecto entre funcionalidad técnica y valor estético. Se trata de materiales que no solo deben resistir el paso del tiempo y un uso intensivo, sino también aportar identidad al espacio. Es esencial que cumplan con criterios de seguridad, fácil mantenimiento, durabilidad y, cada vez más, sostenibilidad. Pero también deben emocionar, provocar una reacción sensorial».
Cada espacio o zona de un hotel tiene unas características propias que conllevan unas necesidades concretas.
Según Antoni Gil, manager director de Knut Flooring International (Bolon partner para España y Latam), «en general, para todas las áreas del hotel, los pavimentos deben presentar propiedades de confort de pisada y reducción de sonido, además de las principales características en materia de durabilidad, facilidad de limpieza e higiene».
En concreto, en las áreas comunes se requieren pavimentos altamente resistentes, adecuados para el tráfico intenso, como los materiales laminados, vinílicos o porcelánicos. Por otro lado, en las habitaciones cobra protagonismo la calidez y el confort, por lo que son esenciales materiales como la madera o el papel pintado. En los baños se puede optar por la piedra natural, la cerámica o el porcelánico y, sobre todo, por materiales que aguanten bien la humedad y los cambios de temperatura, que sean antideslizantes, para garantizar la seguridad del usuario, y, además, que sean fáciles de limpiar. En las cocinas, los suelos deben ser impermeables, antideslizantes, de fácil limpieza y mantenimiento, y resistentes al tráfico intenso y a los productos químicos. También deben ser no absorbentes y no tener grietas o fisuras.
Jordi Gregori, director comercial de Grosfillex España, indica que, «para la recepción y áreas comunes suelen usarse pavimentos y revestimientos con un alto valor decorativo, elegantes y duraderos como mármol o cerámica. Para las habitaciones, los responsables del interiorismo prefieren pavimentos y revestimientos que aporten calidez y comodidad como la madera. En los baños, es habitual usar cerámica o azulejos resistentes a la humedad. Para la zona de servicios y áreas técnicas, se opta por pavimentos y revestimientos más resistentes y económicos, y en las áreas exteriores y de piscina, es básico usar pavimentos antideslizantes, para garantizar seguridad, y que sean resistentes a las condiciones climáticas y a la intemperie».
Por otro lado, Laura Tomás, responsable de Marketing de Gabarró Hermanos, considera que, «en un hotel, la selección de pavimentos y revestimientos debe responder a las características específicas de cada zona. En las áreas de recepción y zonas comunes, es importante optar por materiales altamente resistentes al desgaste y que ofrezcan una estética cuidada y elegante, como suelos vinílicos de alto tránsito, porcelánicos técnicos o maderas especialmente tratadas. En las habitaciones, donde el confort y la sensación de calidez son prioritarios, se recomienda utilizar tarimas de madera natural o suelos vinílicos de apariencia cálida, fáciles de mantener y agradables al tacto. En las zonas de restauración, como bares y restaurantes, los pavimentos deben ser resistentes a las manchas, a la humedad y el tráfico intenso, por lo que se prefieren materiales técnicos como el porcelánico o soluciones SPC (Stone Plastic Composite). Para áreas de spa y wellness, es indispensable emplear pavimentos antideslizantes y con gran resistencia a la humedad, como maderas tratadas o revestimientos técnicos especiales. En los espacios exteriores, la resistencia a la intemperie es esencial, siendo adecuados los porcelánicos de exterior o las tarimas tecnológicas».
Asimismo, fuentes del Departamento de Hoteles y Resorts de Porcelanosa Grupo, remarcan que «lo más habitual es utilizar piezas de gran formato en las zonas comunes. Se instalan más rápido y, al reducir el número de juntas, aumenta la sensación de continuidad visual. Los materiales cálidos están más enfocados para el interior de las habitaciones con la intención de aumentar la comodidad. Finalmente, la cerámica la encontramos en los baños debido a sus características técnicas de fácil limpieza y mantenimiento».
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