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Technal instala sus cerramientos en el nuevo hotel Montalván de Sevilla

©Jesús Granada

La antigua fábrica de cerámica Montalván era uno de los tres conjuntos alfareros que quedaban en el barrio de Triana (Sevilla). Esta cerró su actividad en el año 2012 y ahora resurge como hotel y restaurante de la mano de AF6 Arquitectos. El proyecto está basado en la innovación a través del reciclaje, haciendo uso de toda la cerámica que quedaba en la fábrica, y otorgando un pasado industrial al nuevo edificio pero de aspecto muy colorista gracias al nuevo uso que se le ha dado a la cerámica. Las 21 habitaciones del hotel cuentan con cabeceros diseñados específicamente con estas piezas dotando a cada estancia de una identidad muy genuina.  

«No se trata de una reflexión antiguo-nuevo, pasado-presente sino de una investigación única sobre un lugar particular. Una forma de hacer arquitectura desde las pautas contemporáneas y basadas siempre en el conocimiento detallado del inmueble, de los objetos y la materia que lo constituyen, y de su situación cultural y antrópica», señalan desde AF6 Arquitectos.

Tal y como explican los arquitectos, es un edificio que se descubre desde el interior, donde se encuentran tres patios, cada uno con distinto carácter. El primero cuenta con paredes blancas muy altas decoradas con murales polícromos y refleja la arquitectura del reciclaje que se ha utilizado para este proyecto.

En el segundo se encuentra una fachada cuyo protagonismo recae sobre un espectacular patchwork cerámico. Para los huecos acristalados de este patio, se han empleado ventanas Soleal 65 de Technal en acabado negro mate, remarcando así la elegancia de cada uno de los paños de vidrio, combinados con el color y el  pasado de la fábrica. Este modelo de ventana ha encajado perfectamente en el proyecto gracias a sus altas prestaciones, su versatilidad, combinando múltiples composiciones y con un diseño en sintonía con la fachada.

El tercer patio se ha creado con un antiguo horno de cerámica, el arco que se atraviesa para subir a la cubierta de los hornos, y un gran cuerpo volado que aporta sombra a este espacio. El restaurante es una pieza autónoma perfectamente vinculada al conjunto de la fábrica, y se corresponde con los espacios de la antigua Casa Montalván, obra de 1925 del arquitecto Juan Talavera y Heredia. Esta singular intervención le ha valido al proyecto la nominación a los Premios Mies Van der Rohe 2019.

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