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Tarruella Trenchs Studio diseña el restaurante Murri de Alicante

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Foto: Salva López

El Grupo Murri abre junto al puerto deportivo de Alicante un concepto de restauración que es a la vez restaurante, bodega, bar y coctelería. Los puntos neurálgicos del proyecto son la cocina central vista, compartida con el restaurante gastronómico Murri, la barra de cócteles, la barra de vinos y un pequeño escenario. Estos elementos funcionan como reclamo desde el exterior y definen un local nocturno, elegante y ensimismado, que mira hacia adentro y se orienta hacia sus propios focos de atención. El local ha sido diseñado por Tarruella Trenchs Studio.

Ubicado en un local en esquina y a doble altura, la primera decisión de proyecto fue crear una pasarela en «L» en las dos paredes del fondo que abraza las estanterías de cócteles y vinos, también acota la cocina vista y potencia la sensación de verticalidad alojando el pequeño escenario.

Para potenciar la actividad a cualquier hora del día se trabajó en distintos tipos de asiento y mesas a diferentes alturas. Con este objetivo se organizó el local en dos barras con estanterías espectaculares alrededor de las cuales los clientes se sientan a comer o beber más alto de manera informal y una zona de comedor ligeramente elevada en la que sentarse sin perder la perspectiva del espacio.

El parquet de roble teñido, el falso techo acústico reticular y el revestimiento ligeramente texturizado de las dos paredes constituyen el telón de fondo sobre el que se ubican los principales elementos del proyecto. El muro bajo de piedra azul báltico define el perímetro del comedor elevado en la esquina y delimita interiormente los ámbitos de la zona de cócteles y la zona de vinos.

Al entrar en el Terre encontramos la zona de cócteles, presidida por una imponente estantería formada por pletinas de hierro, vidrios texturizados retroiluminados y latón. El volumen de granito negro de la barra de cócteles que atraviesa la fachada y las mesas altas de granito zimbawe y pie metálico establecen la conexión de la zona de cócteles con el exterior.

En el extremo opuesto del local, el gran volumen de nogal de la estantería-bodega nos conduce a la zona de vinos, en la que los clientes pueden sentarse en la barra de mármol marrón veteado y bronce lija, en las mesas altas o en la contra barra de nogal que se apoya en el muro de piedra. Tras la barra, unas lamas de nogal de sección variable y chapa de bronce lija integran la nevera de vinos inferior y las estanterías de almacenaje superior. Estas lamas a toda la altura componen una celosía que deja entrever la extensa bodega del restaurante o se convierten en perfiles escultóricas con ligeros brillos metálicos dependiendo del punto de vista del usuario.

La alfombra cerámica de diseño geométrico enrasada en el parquet define la ubicación de las mesas altas de nogal brillante desde donde los clientes pueden puedan participar de la actividad de la cocina vista. La intersección entre las pasarelas elevadas metálicas se resuelve con un volumen de hierro vertical que acoge un pequeño escenario para ofrecer música en directo.

La inspiración de la arquitectura de los años 50 queda patente tanto en el diseño de la fachada como en el del mobiliario a medida, utilizando piedras veteadas, patas cromadas, barnices brillantes sobre maderas nobles y tapizados en piel oscura.

Tarruella Trenchs Studio ha diseñado unos columpios formados por hierro, latón y vidrios que enfatizan la verticalidad del local y desempeñan la función de copero y botellero sobre la barra de vinos, estanterías sobre las encimeras de acero inoxidable de la cocina y lámparas sobre las mesas comunales enmarcadas por la alfombra cerámica.

Con el mismo objetivo de potenciar la verticalidad del doble espacio se han proyectado unas luminarias alargadas suspendidas que, situadas en fila sobre la barra de cócteles iluminan el plano de trabajo y colocadas en racimo a diferentes alturas en el comedor elevado, recogen el espacio y lo hacen más confortable para los clientes.

En fachada el muro bajo de piedra refleja la distribución interior y las lamas horizontales de iroko protegen el interior de la luz solar y componen un pentagrama sobre el que se apoyan cajitas de luz del rótulo exterior.

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