Reportajes

Piscinas: relax y ocio

Una piscina cristalina y acogedora atrae clientes, hace que la experiencia de los huéspedes sea mucho más memorable y aumenta la probabilidad de que vuelvan a alojarse en el futuro e, incluso, de que recomienden el hotel a sus amigos.

Por Isabel Fernández

Yalikavak Marina Hotel & Sunset Hospitality Group

Invertir en una piscina es un atractivo irresistible para la relajación y el ocio. Si es posible, se debería crear una piscina profunda y otra menos profunda para los niños, y añadir elementos adicionales como chorros de hidromasaje y cascadas.

Como señala Alejandro Cárdenas, responsable de Marketing de Filinox, “la piscina, en el contexto hotelero, trasciende su función básica de ofrecer un lugar para refrescarse. Se convierte en un elemento central que contribuye significativamente a la imagen y reputación del hotel. En destinos vacacionales, especialmente, una piscina bien diseñada y mantenida puede ser el corazón del complejo, atrayendo a huéspedes en busca de una experiencia de lujo y relajación. Además, la piscina no solo sirve como un espacio de recreación, sino también como un punto focal visual que agrega valor estético al entorno. Un diseño cuidadosamente planificado, combinado con un mantenimiento impecable, puede diferenciar al hotel y generar una impresión duradera en los huéspedes, influyendo en su decisión de reserva y contribuyendo a la fidelización a largo plazo”.

Según datos del salón Piscina & Wellness Barcelona, con más de 1,3 millones de unidades, España es el cuarto país del mundo y el segundo de Europa con más piscinas. Por su dimensión, el mercado español es clave en el negocio de fabricantes y distribuidores internacionales.

Según el hotel

El diseño del proyecto hotelero desempeña un papel clave a la hora de escoger la piscina. Si se trata de un edificio moderno decorado principalmente con acero inoxidable y cristal mediante un esquema de color sencillo, se puede optar por una piscina de entrenamiento, una infinity o, incluso, un spa de exterior. En términos de diseño, no hay duda de que una piscina de cristal o de acero inoxidable es perfecta en una construcción moderna. Como alternativa, se puede recurrir a un recubrimiento de mármol, que embellecerá el ambiente y el área de la piscina.

Por otro lado, los establecimientos rústicos o más tradicionales pueden beneficiarse de spas ornamentados y piscinas de relax exteriores en las que jugar con diseños de piedra terracota. Por ejemplo, si el hotel cuenta con el tradicional estilo chalet, una gran opción es instalar una cubierta o terraza de madera. En el interior, se puede desarrollar un diseño moderno y elegante de spa, que se distinga del resto del hotel. Sin embargo, para un hotel de montaña, pueden contemplarse la posibilidad de un diseño de spa en madera y tonos cálidos.

Aitor Zubia, director comercial de Ezarri Mosaico, considera que, “en los hoteles de tipo vacacional, el estilo suele estar marcado por la dirección de la cadena hotelera. En lo que respecta a los hoteles rurales, el concepto de piscina suele estar vinculado con el entorno natural en el que está enclavado. En los urbanos, muchas veces no hay piscina o es una muy pequeña que, a veces, se sustituye por un centro wellness”.

Según Pia Capdevila, de Pia Capdevial Interiorismo, “en los hoteles urbanos, se opta tanto por piscinas exteriores como interiores, y en los rurales, por las exteriores. Cada vez más se valoran las minipiscinas en habitaciones superiores”.

Pero, como comenta Alejandro Cárdenas, de Filinox, “la elección del tipo de piscina depende en gran medida del contexto y la temática del hotel. En un hotel vacacional, donde la relajación y el entretenimiento son prioridades, las piscinas recreativas como las de forma libre o tipo lago suelen ser las más apropiadas, creando un ambiente tropical que complementa la experiencia de vacaciones. En contraste, en un hotel urbano, donde el espacio puede ser limitado, las piscinas de borde infinito o en azoteas ofrecen soluciones elegantes y funcionales, proporcionando un oasis de tranquilidad en medio del bullicio de la ciudad. Por último, en hoteles rurales, las piscinas naturales o ecológicas se integran armoniosamente con el entorno natural, resaltando la belleza del paisaje circundante y brindando una experiencia auténtica y de serenidad a los huéspedes”.

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