Alimentación y bebidas

Nueva añada 2009 Dom Pérignon Blanc Vintage

El nuevo Dom Pérignon Vintage 2009 acaba de ver la luz, un champagne blanco que finaliza su proceso de maduración natural con un resultado final magnífico. Dom Pérignon es siempre un champagne de añada, lo que significa que cada uno tiene un carácter distinto y además no se elabora todos los años, solo aquellos de una calidad excepcional, como es el caso de 2008.

El lanzamiento de 2009 se realiza antes que el de 2008, algo que no resulta habitual en el mundo de los champagnes. «2009 fue un año muy cálido produciendo vinos más maduros, así que el vino alcanzó la primera plenitud antes, esa es la razón por la que sale antes que el 2008, aunque pueda parecer extraño. Nosotros liberamos los vinos cuando están listos y no de manera cronológica, prestamos atención personalizada a cada vino para entender cuándo están listos», explica el director de Marketing de Dom Pérignon, Niccoló Ragazzoni.

El chef de cave de esta champagne, Richard Geoffroy, ha confirmado que Dom Pérignon no va a lanzar la cosecha de 2007, porque en palabras de Geoffroy, “no tiene el potencial para expresar el carácter de Dom Pérignon”. Hasta la fecha, se habían lanzado las añadas 2000, 02, 03, 04, 05 y 06; de manera que la añada 2007 se une a la de 2001 como las que hasta la fecha no tendrán Dom Pérignon en esta década.

Como es habitual en Dom Pérignon, el de 2009 es un assemblage de chardonnay y pinot noir en proporción similar y que sale con ocho años de envejecimiento. “Un invierno áspero fue seguido por una primavera suave y lluviosa, con una amenaza del moho muy elevada. Las tormentas de ese julio hicieron temer por la salud de las uvas. Agosto, sin embargo, fue perfecto. El tiempo cálido y seco fue ininterrumpido hasta la cosecha, con la lamentable excepción de una tormenta de granizo del 4 de septiembre en Hautvillers, Verzenay y Chouilly. La cosecha comenzó el 12 de septiembre en condiciones idílicas. La fruta estaba madura y perfectamente sana”, explica Richard Geoffroy.

Este Vintage 2009 se describe como “de potencia contenida y persistencia increíble. La textura no es cremosa, es sedosa”. Dom Pérignon 2009 sin duda no sería lo que es sin la experiencia de Dom Pérignon 2003. Es una de las añadas que alienta a los enólogos a ir más allá de lo que ya conocen: a tomar riesgos y seguir creciendo. Y eso que ese año comenzó con condiciones desfavorables.

En nariz presenta notas de guayaba y corteza de pomelo verde especiado se mezclan con frutas de hueso: melocotón blanco y nectarina. El vino respira y entonces el conjunto se complementa con una vainilla amaderada y un brioche cálido ligeramente tostado.

En boca, el fruto revela su majestuosidad: maduro, carnoso y profundo. Más allá de la riqueza y de una cierta voluptuosidad, prevalece una impresión de coherencia. La fuerza del vino se caracteriza por una sorprendente contención. Todas las sensaciones convergen y persisten, sedosas, salinas y savias, amargas y yodadas.

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