Por Isabel Fernández
Las opciones que ofrecen los muebles convertibles son muy dispares y, a la vez que ahorran espacio en una habitación, tienen como finalidad conseguir un equilibrio entre diseño y funcional. El cliente puede otorgar distintos usos a una misma pieza.
Diseños con múltiples formas y acabados y mecanismos interiores evolucionan para dar vida a una extensa gama de muebles de gran versatilidad cuyo principal objetivo es ofrecer un servicio extra ocupando el mínimo espacio.
Para Mario Sánchez, export manager de Khama Hotel, «el mobiliario convertible ha evolucionado más allá de la simple funcionalidad. Actualmente, no solo se busca que sea práctico, sino que también encaje con la estética del proyecto. En el sector contract, estos muebles deben integrarse perfectamente en el diseño del espacio, aportando soluciones versátiles sin comprometer el estilo».
Desde el equipo de Diseño de Casual sostienen que «los muebles convertibles juegan un papel muy importante en el canal contract especialmente en entornos como hoteles, oficinas y espacios públicos. Su principal ventaja es la versatilidad: permiten maximizar el uso del espacio al adaptarse a diferentes necesidades. Por ejemplo, en un hotel, una habitación puede transformarse de un espacio de trabajo a un área de descanso, lo que mejora la experiencia del cliente y optimiza el uso del espacio disponible. Además, estos muebles suelen ser diseñados para ser duraderos y funcionales, lo que los hace ideales para entornos de alto tráfico. En resumen, los muebles convertibles son una solución práctica y eficiente que ayuda a crear espacios más flexibles y funcionales en el canal contract».
Entre todos los muebles, el sofá cama es el gran protagonista. Este puede permanecer cerrado y convertirse en cama cuando el número de ocupantes de la habitación lo necesite. Además, hasta a la hora de dormir, se puede tener más espacio en la estancia y que esta sea más habitable. Es habitual que, al colocar una cama supletoria, la habitabilidad de la estancia quede muy mermada. Muchas veces la circulación se hace muy incómoda. Este problema disminuye si hay un sofá cama ya que, cuando se abre, las camas quedan instaladas en un espacio ya destinado a ellas y el resto de la habitación se ve organizado y libre de obstáculos.
Otra ventaja es que sepuede cobrar casi el doble por la misma habitación. Los padres que viajan con niños prefieren pagar más por una habitación con cuatro buenas camas que la misma cantidad por dos habitaciones dobles separadas.
Además, con un sofá cama en la habitación se evita el movimiento por el hotel de las camas supletorias, no solo por el tiempo que se pierde en esta tarea, sino porque estos desplazamientos producen innumerables destrozos en las paredes, en los otros muebles, en los marcos de las puertas y en los suelos.
A la hora de escoger estos productos, el hotelero se fija principalmente en la funcionalidad, el confort y la estética: tienen que cumplir su función (sentarse o dormir), ser lo más cómodos posibles y, por supuesto, el diseño debe estar acorde con el ambiente en el que se va a instalar.
Así, Pol Hernández, director de Gems, indica que el hotelero solicita “que sea resistente, duradero, fácil de abrir y cerrar, y que se pueda limpiar fácilmente”.
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