Actualidad

Luzio proyecta Casa Cánovas Boutique Hotel de Cádiz

©Jordi Canosa

En el corazón del casco antiguo de Cádiz se encuentra el primer hotel boutique de la ciudad, concretamente en una antigua casa familiar de 1624 que los últimos miembros prácticamente tenían deshabitada y que finalmente decidieron vender. Los nuevos propietarios del Boutique Hotel Casa Cánovas supieron verle todo el potencial para darle una nueva vida con el objetivo de que pudieran disfrutar de ella aquellas personas que buscan un alojamiento singular en la ciudad.

Desde el primer momento supieron a quién iban a encargar la rehabilitación del edificio y todo el proyecto de interiorismo, pese a la distancia. Así, todo el equipo de Luzio Design & Projects no dudó en desplazarse de Barcelona a Cádiz para satisfacer la petición de Carlos y Ninfa, que ya eran clientes porque Luzio les había hecho otros proyectos anteriormente.

Los propietarios siempre habían soñado con abrir un hotel boutique en esta ciudad, de donde es ella y donde no existía este tipo de establecimiento, y la suerte les acompañó en dos sentidos; el primero, al encontrar esta casa señorial a la venta en pleno centro histórico y el segundo, que el ayuntamiento les concediera la que fue la última licencia hotelera hasta la fecha.

El hotel de tres estrellas toma el nombre de la calle donde está situado, Cánovas, en una céntrica zona peatonal de Cádiz, y abrió sus puertas el verano de 2021.

El estilo Luzio al más puro sabor andaluz

Conocedores de primera mano del estilo Luzio, la petición se centró en crear espacios con una esencia particular, unas directrices que Luzio Design & Projects se planteó bajo el prisma de “recrearnos más con el detalle, ya que el proyecto es casi como hacer una casa. Usamos muchos textiles y colores, porque queríamos que se notara que estamos en el sur. Y con un punto barroco, muy gráfico y muy de contrastes, con piezas antiguas”, comenta María José Gómez, cofundadora del estudio de interiorismo, quien añade que, “de hecho, no hay nada igual en todo Cádiz”.

Las obras del Casa Cánovas Boutique Hotel duraron alrededor de un año. La ejecución, sobre todo de cuestiones de seguridad y normativa, se realizó desde Cádiz, pero Luzio Design & Projects fue quien asumió la mayor parte del proyecto, desde la fachada hasta la distribución de todos los espacios, habitaciones y zonas comunes, exteriores, patio interior, materiales, acabados, etc. “Nuestra intervención aspira a custodiar y proteger el lenguaje original de esta antigua casa familiar, conviviendo con una selección de materiales y acabados contemporáneos”, explican fuentes del estudio.  

Fachada restaurada de piedra ostionera y cierros gaditanos

El edificio, de cuatro plantas distribuidas en torno a un patio típico andaluz, se encuentra entre dos casas en una céntrica calle de Cádiz. Nada más llegar al hotel llama la atención la fachada, con sus dos acabados diferentes. El de la planta baja está revestido de la característica piedra de Cádiz, conocida también como piedra ostionera, limpiada cuidadosamente para que luzca en todo su esplendor original. Y la fachada de las plantas superiores se saneó en un impoluto color blanco sobre el que destacan en un tono más oscuro sus balcones de madera o cierros gaditanos, como se les conoce. Este color gris antracita no ha sido elegido al azar, sino que forma parte de la paleta cromática del proyecto junto con el blanco y actúa de hilo conductor en todos los espacios.

Merece la pena resaltar que dichos balcones tradicionales han sido fabricados con madera nueva, siguiendo el diseño original, por un carpintero local. El objetivo era “mantener la esencia de la materia prima, con su textura, sus vetas y su apariencia noble”, explican desde el estudio, “aunque cambiamos el color blanco de origen, que tienen todos las casas de la ciudad, por este más oscuro, algo que chocó bastante al principio entre los vecinos, pero luego acabó gustando mucho”.

En la fachada se implementó un cuidadoso proyecto de iluminación en base a los llamados bañadores de fachada con leds RGB, con la intención de ofrecer propuestas lumínicas de diferentes colores, según la ocasión.

En el interior

Tras cruzar el gran portón de doble hoja de la entrada, fabricado ex profeso para el hotel y pintado en color gris antracita, se accede directamente a la pequeña y coqueta recepción. Todo el espacio desprende la elegancia del color oscuro de sus paredes, en las que destaca un arrimadero de mármol en perfecta simbiosis con el suelo en formato damero del mismo material; ambos elementos son de origen de la casa y se han restaurado para devolverles todo su brillo y nobleza.

Lo primero que se encuentra el huésped tras cruzar la recepción es un luminoso patio que hace de eje vertebrador de las diferentes estancias de esta planta baja. Uno de los laterales, el que da paso a las escaleras, está majestuosamente enmarcado entre unas columnas originales de mármol blanco, igual que el suelo, y siguiendo un recorrido ascendiente se conservan en cada planta, entre arcadas, a modo de mirador con cristales fijos de seguridad. El patio queda rematado en su parte superior por la claraboya o montera de la casa, de forma piramidal, que facilita la entrada de luz natural, potenciada por el color blanco predominante. Otra pieza que destacar en el patio es la elegante lámpara chandelier de cristales.

Desde el patio se accede a lo que antiguamente era la biblioteca de la casa, hoy convertida en salón, y donde también se sirven los desayunos.

En la planta baja también se sitúan los aseos de cortesía, donde destaca la misma puesta en escena con predominio del color gris antracita de las puertas y los arrimados de madera con molduras combinados, en esta ocasión, con sendos papeles murales, uno en tonos dorados y el otro oscuro con detalles en oro. El guiño a otras épocas pasadas lo pone el diseño de los lavabos, las griferías, las manetas de las puertas y los accesorios decorativos del aseo.  

Al fondo de esta planta se halla la primera de las diez habitaciones que ofrece el hotel. Esta en concreto es una doble superior con patio interior, al que se puede acceder tanto desde el dormitorio como desde el baño.

Y entre la habitación y los aseos de cortesía se instaló el ascensor cuyo interior se revistió de líneas modernas, aunque se eligió una botonera de latón buscando ese guiño antiguo que demuestra el esmerado cuidado por los detalles que presenta todo el proyecto.

El resto de plantas del edificio se destinaron a las nueve restantes habitaciones de Casa Cánovas Boutique Hotel, así como a la terraza superior y exclusiva para huéspedes. La petición de los propietarios fue que cada habitación debía ser diferente, cada una con su propia personalidad. Así, el hotel ofrece cuatro habitaciones dobles superiores que dan al patio interior (una de ellas, la de la planta baja, con salida a pie), dos grandes suites con salón privado, dos suites con balcón a calle, y en la planta más alta, una habitación más pequeña con terraza y mirador y una opción de tríplex que incluiría dos terrazas y el acceso al mirador con chill out.

Más noticias sobre Luzio

Compartir