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El Covid cambia los diseños de interior

Casi un 70% de los diseñadores cree que la salubridad a la hora de realizar un proyecto ha aumentado.

Foto de LCI Barcelona

La pandemia del coronavirus supuso un cambio mundial en todos los sectores. La arquitectura, y concretamente el diseño de interiores, fue uno de los muchos ámbitos que vio modificadas sus tendencias. Desde que en 2020 estallara la crisis, los expertos confirman que aspectos como la salud son ya fundamentales en todo proyecto ante la probabilidad de que haya nuevas crisis sanitarias en el futuro.

Tanto en el diseño de casas particulares, como a la hora de realizar un proyecto destinado a oficinas o espacios públicos, la salud se ha posicionado como uno de los aspectos más importantes a tener en cuenta. La Sociedad Americana de Diseñadores de Interiores (ASID), de hecho, destacó en un informe de 2020 el peso que ha cobrado, como consecuencia de la pandemia, incorporar en los pasos iniciales del proyecto a profesionales como higienistas y expertos médicos.

Además, según datos de la misma investigación, entre los grandes nombres del sector también ha cobrado relevancia analizar formas más seguras de diseñar espacios donde se congregan diferentes personas. Las llamadas zonas comunes de las oficinas, como puede ser un ascensor o el vestíbulo, sin olvidar los aseos, se han convertido en una de las áreas que más preocupan de cara a los diseños. Más del 70% de los encuestados en el informe, sin ir más lejos, destacaron la importancia de estudiar estas partes.

“Ahora la salud es algo fundamental. Antes se hablaba de los healing spaces o tendencias como la iluminación circadiana y el diseño biofílico, pero la pandemia vivida está cambiando las tendencias en el sector y estos diseños son y serán más habituales”, asegura Ana García, arquitecta especialista en diseño de interiores y profesora del área en la escuela de diseño y artes visuales LCI Barcelona.

En las oficinas se dará mayor relevancia a cómo se diseñan las zonas comunes, que durante los meses posteriores al momento crítico de la pandemia estuvieron cerrados en muchas instalaciones. En los hogares, igualmente, también habrá modificaciones.

“El estudio de la ASID también habla de cómo el teletrabajo está impulsando la incorporación de pequeños despachos en las viviendas, por lo que la salubridad en los hogares será parte fundamental”, explica la experta en diseño de interiores.

También en instalaciones sanitarias como pueden ser los hospitales, que durante todo este tiempo han podido comprobar cómo el diseño de sus interiores era clave a la hora de afrontar los contagios. Sin ir más lejos, según confirmó The New York Times, el Rady Children’s Hospital de San Diego modificó su proyecto de nueva planta tras la pandemia.

“Se dieron cuenta de que con un diseño en X, la capacidad de 60 camas podía pasar a 20 habitaciones completamente aisladas, sin riesgo en la ventilación ni opción de contaminación entre pacientes en caso de nueva pandemia”, detalla García.

Iluminación y ventilación

La iluminación y la ventilación son dos de los aspectos que más influyen en la salud y que pueden ser gestionados a través del diseño de interiores. La iluminación por medio de métodos como la iluminación circadiana, y la ventilación mediante diseños que apuesten por el aire procedente del exterior o con una circulación que reduzca el impacto de aerosoles.

La iluminación circadiana es aquella que se ajusta a los ciclos circadianos, algo que según el NIH (National Institute of General Medicines Sciences) es clave para evitar afecciones médicas crónicas como la diabetes, la depresión, la obesidad o trastornos como la bipolaridad.

“Las tonalidades de la luz según el uso de las instalaciones importa. Hay estudios que reducen en varios días el tiempo medio de ingreso de los pacientes en habitaciones con luz natural frente a los que no contaban con ella”, subraya García.

También la ventilación juega un papel fundamental, especialmente tras una pandemia como la del Covid donde los contagios por aerosoles eran una de las grandes preocupaciones. De hecho, una investigación del académico australiano Dirk Spennemann defiende los sistemas de refrigeración y ventilación con aire fresco externo y, en los casos donde los costes económicos no los permitan, pide instalar los retornos del aire en el suelo en vez de en la zona alta de las instalaciones dado que así se evita que los aerosoles regresen a la altura de la boca.

“Los aerosoles son más pesados, por lo que al instalar los retornos de aire a nivel del suelo en vez de en las alturas, estarán menos tiempo flotando en el aire y generando un riesgo para las personas que se encuentran en la sala”, explica la especialista.

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