
Hay lugares que forman parte de la memoria colectiva de una ciudad. El antiguo edificio de la calle Constitución, testigo de la vida comercial y social de Valladolid durante medio siglo, inicia ahora una nueva etapa como escenario de transformación urbana. La intervención de daar Arquitectura convierte este icónico inmueble en el nuevo hotel Eurostars Valladolid, de cinco estrellas, sumando un nuevo capítulo a su historia y consolidándolo como referente de la hotelería urbana y la arquitectura contemporánea.
El hotel, cuya apertura está prevista para enero de 2026, ya permite realizar reservas y se presenta como el nuevo epicentro de la hospitalidad de lujo en el centro de la ciudad, a escasos metros de la Plaza Mayor.
El proyecto de daar Arquitectura es una declaración de amor a la ciudad y a su historia. Lejos de borrar el pasado, la reforma entabla un diálogo con la huella comercial de Galerías Preciados, El Corte Inglés y, más recientemente, Zara, para proponer una nueva narrativa que mira hacia el futuro. El corazón del edificio, ahora renovado, revela ambientes abiertos, conectados con el entorno urbano y pensados para el bienestar, la belleza y el encuentro.
Uno de los gestos más audaces de daar Arquitectura ha sido la reinterpretación de la fachada, concebida como un diálogo entre tradición y modernidad. Inspirada en las edificaciones adyacentes, la nueva envolvente utiliza la línea de cornisa de los edificios vecinos como referencia, estableciendo una transición clara: una base inferior estereotómica, sólida y anclada al lugar, y una parte superior tectónica que se eleva con ligereza sobre la ciudad.
El volumen, anteriormente introspectivo, se transforma ahora en una arquitectura abierta y vibrante, gracias a una doble piel de mármol travertino de Almería y vidrio. Las grandes piezas de travertino –de 3,45 metros de altura, 1,60 metros de ancho y 1.600 kg de peso– se anclan de forjado a forjado y presentan curvaturas y hendiduras verticales que estilizan el conjunto y aportan una monumentalidad contemporánea. El retranqueo de las plantas superiores genera nuevas terrazas ajardinadas, mientras que el contraste entre la piedra clara y los elementos retranqueados en negro enfatiza la profundidad y el juego intersticial de la doble piel.
La integración de palillerías y vegetación convierte a la fachada en un auténtico ecosistema vertical, permitiendo que la claridad y el verde sean protagonistas de la experiencia arquitectónica. Así, la intervención no solo renueva la imagen urbana de la calle Constitución, sino que también aporta una dimensión sensorial y sostenible: el edificio respira, la vegetación escala las fachadas y la iluminación natural inunda los espacios interiores, creando una vivencia única tanto para quienes lo habitan como para quienes lo contemplan desde la ciudad.
El interior del nuevo Eurostars Valladolid es un homenaje a la elegancia serena y al confort sofisticado, resultado de una cuidada intervención que pone en valor la amplitud, la calidad espacial y la materialidad. A partir de la cuarta planta, el antiguo patio interior de manzana, antes casi anecdótico, se amplía y se integra plenamente en el edificio, convirtiéndose en el núcleo de la experiencia para el huésped. A través de huecos estratégicamente dispuestos en los forjados, la claridad y el paisaje vegetal se extienden por los ambientes, generando atmósferas frescas y acogedoras que invitan al descanso y la contemplación.
La planta de cubierta se concibe como un oasis urbano: una piscina exterior, acompañada de un solárium y jardines, se vincula visual y funcionalmente con el restaurante situado en el nivel inferior. Una escalera exterior y un gran vacío arquitectónico conectan ambos niveles, articulando una secuencia de espacios singulares que favorecen la conexión y el recorrido entre diferentes ambientes.
El diseño interior se inspira en las formas renacentistas, reinterpretadas en clave contemporánea mediante el empleo de materiales nobles y tonos cálidos. Elegantes arcos y estructuras curvas evocan el patrimonio arquitectónico de la región, mientras que la madera, la piedra y una iluminación suave contribuyen a crear una atmósfera atemporal y acogedora, en la que cada detalle está pensado para realzar la percepción del usuario.
La intervención de daar Arquitectura va más allá de la reforma: es una reinvención del concepto de hotel urbano. La convivencia de usos –con espacio comercial en las plantas inferiores y un lujoso hotel en las superiores– convierte al edificio en un motor de dinamismo para el centro de Valladolid, pero, sobre todo, en un ejemplo de cómo la arquitectura puede transformar la ciudad y enriquecer la vida urbana.
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