Mobiliario

Calma, nueva colección de muebles de exterior de Vivie

Fabricada artesanalmente, ofrece versatilidad, belleza y resistencia

Vivie, marca dedicada a la venta de objetos de interiorismo y decoración, presenta Calma su nueva colección de muebles de exterior para esta temporada.

Con la llegada del buen tiempo apetece abrir el hogar al exterior y decorar las terrazas, patios, balcones, porches y jardines que pueden llegar a ser la prolongación del salón al aire libre.

Con la decoración adecuada, se puede convertir en el espacio favorito de la casa tanto en invierno como en verano. Lo ideal es crear un espacio funcional que permita relajarse y disfrutar.

Las piezas elaboradas con fibras naturales son siempre una elección acertada. Sus materiales aportan el elemento eco al espacio y añaden calidez y confort. El mobiliario realizado con materiales naturales se adapta a cualquier rincón de la casa para crear una perfecta atmósfera de equilibrio y con encanto.

La colección Calma está diseñada para decorar los espacios de exterior con estilo y está compuesta por sillones, mesas de apoyo, sofás, tumbonas, sillas colgantes, sillones balancín y hamacas de macramé. El material utilizado para su fabricación es el yute, ratán sintético 100% ecológico (no se ve afectado por las temperaturas extremas, no se agrieta, divide ni se estira cuando se moja), el metal y el macramé.

La funcionalidad del mobiliario radica en el diseño y en el material que está realizado. Las maderas tropicales, el hierro, las fibras vegetales son muy resistentes y no necesitan mucho mantenimiento.
El origen de macramé se atribuye a los tejedores árabes durante el siglo XIII. Los marineros desempeñaron un papel importante en mantener viva esta técnica de crear tejidos con nudos y compartir el arte con nuevas tierras. Los nudos tenían muchos usos prácticos a bordo de sus barcos, además, vendían y cambiaban sus productos anudados como hamacas, cinturones y sombreros en el puerto. El material principal para realizar las piezas tejidas en macramé es el hilo de diferentes materiales: algodón, lino, fibras sintéticas, yute, y seda.

Desde la antigüedad se han utilizado las fibras naturales para fabricar muebles. En el antiguo Egipto se elaboraban asientos con hojas de palma (en la tumba de Tutankamón se han encontrado muebles de fibras). Antiguamente en los pueblos no había plástico, pero sí materiales nobles y duraderos que permitían a sus gentes elaborar sus propias sillas.

Los elementos exóticos que aportan las fibras naturales, ya sea ratán, rafia, yute o bambú funcionan a la perfección en la decoración de ambientes rústicos, coloniales e incluso minimalistas. Destacan las sillas colgantes por ser originales, glamurosas y con un toque bohemio.

Lo artesanal ha ganado auge tanto porque aporta un toque de “alma” como por poner en valor los oficios tradicionales. La FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación) expuso:
“Las fibras naturales son un recurso renovable por excelencia. Cosechar una tonelada de fibra de yute requiere menos de 10% de la energía utilizada en la producción de polipropileno. Las fibras naturales tienen emisiones neutrales de dióxido de carbono. Al procesarlas, se crean residuos que pueden ser utilizados en materiales compuestos para la construcción de viviendas para generar electricidad. Y al final de su ciclo de vida, las fibras naturales son 100% biodegradables”.

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