Las vacaciones en familia son una de las mejores actividades que pueden llevarse a cabo no solo para divertirse todos juntos, sino también para fortalecer los vínculos emocionales entre los miembros. Sin embargo, también es cierto que los intereses de los padres y de los niños pueden diferir bastante, hasta tal punto que los más pequeños de la casa pueden aburrirse de determinadas actividades y desear distraerse un poco jugando en todo tipo de instalaciones adecuadas para ellos. En ellas pueden soltar toda la energía acumulada y conectar con otros niños alojados en el establecimiento en un entorno seguro. Además, este tipo de hoteles suponen también un alivio para los padres ya que pueden dejar a sus hijos en un entorno completamente seguro donde divertirse.
Los espacios infantiles deben ser atractivos y acordes con la imagen corporativa del hotel, ya que todo contribuye a aumentar o reducir su reputación. Por ello, hay que realizar un trabajo de conceptualización que permita que el parque parezca una extensión orgánica más del resto del conjunto. Una vez se tienen claras las líneas conceptuales (colores, texturas, ubicación, orientación, formas…), se estará listo para instalar los elementos de juego necesarios. Todo ello va a depender del presupuesto y de las líneas conceptuales marcadas previamente.Sea como sea, lo que es evidente es que contar con una zona infantil es un punto muy a favor de cualquier hotel de cara a las familias con niños. Uno de esos pluses que pueden acabar marcando la diferencia a la hora de escoger entre un hotel u otro.
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