Cada espacio, según su uso y necesidades, requiere de un tipo de pavimentos y revestimientos distintos. Ante todo, estos deben ser resistentes y soportar el desgaste provocado por el uso frecuente, así como de los productos de limpieza que se emplean para que estos luzcan siempre resplandecientes.
Los materiales de calidad, antideslizantes, seguros e hidrófugos, que sean capaces de mantener inalterables sus propiedades y aspecto por más tiempo, son los más aconsejables para pavimentar y revestir las zonas de los proyectos contract, ya que estas sufren un deterioro considerable en breves periodos de tiempo. Además, aportan confort y embellecen los ambientes.
A la hora de optar por uno u otro material para revestir o pavimentar un espacio, es importante tener presente factores como la funcionalidad, el confort o la seguridad. Es preciso, asimismo, prestar atención a los sentidos, que también serán clave en la elección: la vista nos permite fijarnos en la estética, en los colores y acabados; el tacto invita a comprobar si el material es suave, poroso, cálido…, y el oído indica, por ejemplo, el nivel de ruido que se hace al pisar una determinada superficie. Lógicamente, es fundamental tener en cuenta la resistencia y la durabilidad que ofrezca el material escogido, ya que va estar sometido a un uso y limpieza continuados.
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