Por Isabel Fernández
Al igual que sucede en áreas interiores, en espacios exteriores como jardines y terrazas el mobiliario debe conjugar estética y practicidad, creando ambientes confortables y atractivos para los huéspedes, mientras soporta el uso intensivo propio del sector. En un mundo donde la primera impresión cuenta más que nunca, los establecimientos hosteleros se han convertido en espacios en los que el diseño y la funcionalidad se encuentran para crear ambientes que no solo ofrecen comodidad, sino también un refugio visual y sensorial. Desde lujosos resorts hasta acogedores hoteles boutique, rurales o de ciudad, pasando por los restaurantes más de moda, el diseño juega un papel crucial para atraer y fidelizar a los huéspedes.
Los exteriores han dejado de ser zonas de paso o eventuales para convertirse en espacios con identidad propia, siendo tan cómodos y acogedores como los interiores. Además, escoger de manera adecuada sillones, butacas, tumbonas, mesas o sillas es determinante para dar continuidad al diseño entre ambientes interiores y exteriores. Una decisión acertada provoca que los clientes perciban también en las áreas outdoor la personalidad del establecimiento, pudiendo ser un factor decisivo para volver a repetir experiencia en él.
El diseño en el mercado contract evoluciona rápidamente, pero también es cierto que, aunque sigue lo que está tendencia, es un sector que también se basa en apostar por productos atemporales basados en la calidad de sus materiales y en su funcionalidad, con un enfoque en diseños limpios y simples.
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