Destacamos

Reparación, reconstrucción y refuerzo: fases para rehabilitar las estructuras de hormigón dañadas por el mar

Rehabilitación del Hotel Puerto Azul en Gran Canaria

Nada mejor para pasar unas vacaciones que un alojamiento en primera línea de playa. Si a esta premisa le sumas unas vistas privilegiadas frente al océano Atlántico, un hotel de cuatro estrellas completamente renovado y las magníficas temperaturas de las Islas Canarias, la ecuación no puede ser más atractiva.

Sin embargo, para llegar a ello, las labores de mantenimiento y rehabilitación de este tipo de hoteles han de ser continuas, ya que la exposición constante al ambiente marino tiene un impacto significativo en la conservación del hormigón que sustenta las estructuras de este tipo de edificaciones.

El agua salina del mar contiene iones que pueden infiltrarse en la estructura del hormigón a través de sus poros, desencadenando un proceso corrosivo y, además, la presencia de cloruros en el agua del mar acelera el deterioro de las barras de refuerzo de acero dentro del hormigón, comprometiendo la integridad estructural a largo plazo. A ello se le suma la mala combinación de humedad constante y vientos salinos que pueden acelerar la degradación del material, erosionando gradualmente su capa protectora.

Esta es la situación que se encontró la empresa constructora Soluciones Solurban cuando en febrero de 2022 recibió el encargo de rehabilitar estructuralmente el Hotel Servatur Puerto Azul, situado en la playa de Puerto Rico de Gran Canaria.

“La instalación había estado expuesta durante décadas a los agentes atmosféricos marinos y, además, estaba muy afectada por la corrosión y la falta de mantenimiento que se había suplido con sucesivas manos de pintura. Está en primera línea de playa, en un acantilado con fuertes vientos y además con una calidad del hormigón original que tampoco era muy buena”, explica el gerente de Soluciones Solurban, Alberto Díaz.

El trabajo se realizó en tres fases: reparación, reconstrucción y refuerzo de los elementos de hormigón armado de este hotel vacacional que, en la actualidad, cuenta con 105 apartamentos y 24 dúplex, distribuidos en 492 habitaciones y 1.403 plazas hoteleras. El nuevo complejo cuenta también con cinco piscinas, parque acuático, áreas de multi actividad, solárium, y varios bares y restaurantes tanto cubiertos como al aire libre. En total, todas las obras de rehabilitación del complejo han necesitado una inversión de 34 millones de euros por parte del Grupo Servatur, propietaria del establecimiento.

Primera fase: reparaciones en elementos de hormigón armado

La primera fase consistió en las reparaciones de las terrazas de cada habitación, vigas y pilares de núcleos de ascensores, así como pilares, zapatas, petos de forjado, contrafuertes, viguetas, vigas, etc.

“Primero tuvimos que inspeccionar y seleccionar las zonas que requerían una intervención. En los casos en los que era necesario, tuvimos que extraer tierras y apuntalar; picar por medios mecánicos y manuales los elementos sueltos o dañados hasta la aparición de hormigón sano y aplicar un chorro de arena para la apertura del poro de hormigón y la limpieza de las armaduras existentes, colocando estribos si era necesario”, detalla Díaz.

A continuación, y con el soporte estable, limpio, seco y libre de aceites y partículas sueltas, se aplicó Sika Monotop-910 S con un espesor de 2 mm, para el pasivado de la armadura y la creación de un puente de unión para la posterior aplicación del mortero de reparación.

El siguiente paso incluyó el inhibidor de corrosión Sika Ferrogard-903 Plus que penetra al interior de la estructura y forma una capa protectora mono molecular en la superficie del acero para reducir y retrasar el inicio de la corrosión. Sobre este material se aplicó el mortero de reparación Sika Monotop-412 S para reconstruir las secciones afectadas, con un acabado fratasado antes de que el mortero comienza a endurecer.

Finalmente, se aplicaron dos capas del revestimiento frente a la carbonatación, humedad y cloruros con Sikagard-670 W Elastocolor. Esta pintura puentea fisuras y protege la superficie reparada.

Segunda fase: reconstrucción de elementos de hormigón armado

“Tras tres meses con estos trabajos iniciales, iniciamos la reconstrucción de 5 pilares y 6 vigas. Colocamos encofrados de resistencia adecuada tratados con desencofrante y sellado para evitar fugas, pero con las salidas necesarias para la extracción del agua de humectación y vertimos el mortero autonivelante R4, de alta resistencia SikaRep-2480 que se mezcla con agua y árido de alta resistencia”, manifiesta el socio mayoritario y gerente de Solurban.

Tras el adecuado curado y la retirada de encofrados, como en la fase anterior, se aplicó el revestimiento resistente a la carbonatación, la humedad y los cloruros. Los trabajos de esta segunda fase duraron dos meses.

Tercera fase: refuerzos con fibra de carbono

En la última intervención, realizada a lo largo de otros dos meses, se actuó sobre 11 pilares y vigas de canto con hueco transversal.

Tras preparar el soporte, se trató la superficie mediante un disco de diamante que ayudó a nivelar la superficie, abrir el poro y mejorar la adhesión de la resina de pegado.

En segundo lugar, se realizó una imprimación del hormigón con el adhesivo a base de resina epoxi, Sikadur 330, para inmediatamente después colocar la primera capa de tejido de fibra de carbono Sikawrap 300 C y aplicar una segunda capa de Sikadur 330.

“Tanto nosotros, como la propiedad, quedamos muy satisfechos con el resultado obtenido en la rehabilitación de todos estos elementos. Nacimos en 2012 y, desde un principio, hemos confiado tanto en los materiales de Sika, como en el asesoramiento de su oficina técnica a la que recurrimos frecuentemente”, finaliza Alberto Díaz.

Consultar otras noticias de Destacamos aquí

Compartir