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Pasarela, nuevo concepto de pastelería inspirado en la moda

El estudio m3interiors ha creado este proyecto que colabora con alumnos del Instituto Europeo del Diseño (IED) de Barcelona

Fotos: Daniel Mascarell

Pasarela es una cafetería camaleónica diseñada por m3interiores en Barcelona que invita a disfrutar de su espacio en el que encontrar comida sana y diversa, inclusividad (cabemos todos), amabilidad, cercanía, diseño, materiales en su esencia y personas en constante movimiento junto a observadores expectantes.

Este espacio cumple sus funciones como cafetería, pero a su vez se transforma puntualmente en la pasarela de moda para que alumnos de IED, la mayoría de ellos ya clientes habituales, puedan mostrar sus diseños prêt-à-porter pensados durante todo el curso.

De esta forma, la pasarela se convierte en el elemento principal del local para dar servicios múltiples, pero manteniendo la continuidad a lo largo del espacio, reforzado por sus proporciones y materiales. Una vitrina de 90 cm de alto y ancho inicia su composición de servicios múltiples, seguida por una barra de las mismas proporciones para terminar con una mesa común de 90 cm de ancho por 240 cm de largo, todo ello recubierto por porcelánico negro para dar continuidad formal al concepto de pasarela. Este último espacio de mesa común queda enfatizado por estar rodeada de unos bancos compuestos de barro prensado “fet de terra” (hecho de tierra), que confieren al comensal otra forma de disfrutar el espacio.

Esta simbiosis del espacio con IED crea una unión conceptual tan potente que a su vez se involucran los alumnos hasta el nivel de convertir una pared principal en un patchwork de texturas y patrones pensados por los mismos alumnos. Esta conexión permite generar unas sinergias con alumnos y profesorado, ya que son un porcentaje muy elevado de sus clientes. Por tanto, era una necesidad del proyecto potenciar esa conexión.

Otra necesidad a resolver ocasionado por la dinámica escolar de sus clientes fue la saturación en un tiempo y espacio reducido creando un embudo de circulación. Por esa razón, la pasarela se convierte en elemento que resuelve ese gran problema generando tres velocidades de atención. Una primera velocidad donde la zona de vitrina es la más rápida para hacer un servicio para llevar. Una segunda velocidad con una mesa de 12 plazas en el interior, para aquellas personas que quieren tomar el café o comer allí, proponiendo compartir mesa de forma desenfadada. Finalmente, a parece una tercera velocidad, un espacio más confortable con un conjunto de seis mesas y un banco corrido que te permiten relajarse y tomar todo el tiempo que se necesite.

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