Helguera Palacio Boutique Antique, de Las Presillas (Cantabria), es uno de los hoteles más lujosos, diferentes y exclusivos del norte de España. Este palacio ha sido rehabilitado combinando el lujo y las comodidades del presente con el estilo y el sabor del siglo XVII (fecha de construcción).
Su propietario, José Antonio Revuelta, comenta que para el gimnasio buscaban un equipamiento que estuviera a la altura del lujo que ofrecen. Los productos Nohrd y WaterRower quedaron grabados en su memoria tras una visita a una feria en París.
Revuelta se puso en contacto con MyGym y juntos idearon una propuesta idónea para el gimnasio de este hotel palacio. Una zona de entrenamiento completa y funcional en un espacio que se integra en la naturaleza y las instalaciones lúdicas del hotel. Los clientes pueden realizar ejercicios cardiovasculares con Remo WaterRower, Nohrd Bike Pro o Nohrd SprintBok; zona de fuerza compuesta por Nohrd SlimBeam y el novedoso Nohrd Wall Compact, y zona de entrenamiento funcional y de estiramiento, con Nohrd WallBar, Nohrd TriaTrainer y Nohrd Eau-Me Board.
José Antonio Revuelta afirma que “son productos que llaman muchísimo la atención. Todos los clientes quedan impactados por el hecho de entrenar con máquinas de madera. Muchos comentan que es una experiencia única. Estamos encantados. No se me ocurre un equipamiento mejor para este palacio”.
En cuanto al servicio y la experiencia de trabajar con MyGym, Revuelta la califica como excelente: “Se nota cuando una empresa tiene pasión por lo que hace. Juntos hemos creado un gimnasio a la altura del lugar, y no era tarea sencilla. Desde el primer contacto hasta la instalación de las máquinas, ha sido todo de 10”.
El Palacio de la Helguera se une a la lista de proyectos realizados por MyGym y equipados con los lujosos productos Nohrd y WaterRower.
Joaquín Mendoza, director de proyectos en MyGym, destaca que “es sin duda uno de los hoteles más bonitos que hemos equipado. Para nosotros era un reto presentar una propuesta acorde a un lugar tan peculiar, pues había que ofrecer modernidad y lujo, pero respetando el pasado”.
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