La lavandería se encarga del lavado, secado, planchado e, incluso, de los arreglos de costura de toda la ropa del hotel, bien sea la suya propia o la de sus huéspedes, para lo cual necesita un personal cualificado y una maquinaria adecuada. Los principales objetivos de una lavandería son proporcionar la ropa necesaria a todos los departamentos del hotel; conservar, lavar, planchar, secar y arreglar la ropa del hotel, y ofrecer sus servicios a los clientes.
La imagen de un negocio es crucial para su éxito. Al ofrecer un ambiente más limpio y cuidado, hoteles y restaurantes pueden mejorar su reputación y aumentar la fidelidad de sus clientes. El cuidado y la limpieza de la ropa también se traducen en una mejora de la imagen y la percepción de la calidad del servicio por parte de los clientes.
La correcta gestión de la colada requiere una planificación optimizada para conseguir la máxima eficiencia en una lavandería para hoteles. Para conseguirlo, es necesario controlar desde una serie de aspectos: recogida de la ropa sucia, clasificación de prendas, y separación de las piezas por color, categoría y sistema de lavado. Con el objetivo de un lavado eficiente, es ideal distinguir las prendas no solo por grupo y color, sino también por tejido y cantidad de suciedad. Por ejemplo, las cortinas no se pueden colocar en la lavadora junto con ropa de cama o uniformes; las toallas se lavarán por separado de las sábanas…, ya que cada pieza tiene un tiempo de lavado y absorción de agua diferente.
Pero también hay que tener en cuenta cuáles son los químicos más idóneos, qué programa se debe utilizar cuál es el volumen de carga apropiado…
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