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Por Isabel Fernández
Crear un espacio confortable y acogedor para los clientes de un hotel mediante la iluminación es fundamental para generar una influencia positiva en ellos y ofrecerles una experiencia inolvidable. La luz posibilita guiar a los huéspedes a través de cada estancia, al mismo tiempo que resalta elementos arquitectónicos y decorativos de especial interés.
Para Mónica Lafuente, fundadora de Let’s Pause, “la luz es el alma de un espacio. Tiene la capacidad de transformar la percepción de un lugar y de despertar emociones en quien lo habita. En el ámbito contract, la iluminación adquiere un papel protagonista: no solo define la estética, sino también el carácter y la identidad del proyecto. La luz debe acompañar a la arquitectura y los materiales, potenciar sus texturas y revelar su belleza natural. Cuando la iluminación está bien pensada no se impone, sino que envuelve, acoge y da coherencia al conjunto”.
Por su parte, Víctor Chamorro, executive lighting consultant de Lluria, explica que “los proyectos contract se caracterizan por estar diseñados para un uso muy acusado y necesitan tener un diseño propio, que pueda poner en valor la marca. Es clave no incurrir en excesos de luz ni tampoco en deslumbramientos, que pueden hacer que un cliente no se sienta cómodo y quiera marcharse de nuestro local. La tonalidad de la luz que elijamos para nuestro proyecto resulta de gran importancia. No transmite lo mismo una iluminación cálida que fría; cada tonalidad tiene su propio sentido”.
Además, Julio César Álvarez, responsable nacional de Proyectos de Ledvance, indica que “la iluminación interior es un elemento clave en la identidad visual de cualquier proyecto. Además de definir la atmósfera de un espacio, influye directamente en cómo las personas lo perciben y se desenvuelven en él. Una buena iluminación interior realza los materiales y el diseño interior de una estancia al mismo tiempo que contribuye al bienestar del usuario. En casos más concretos como hoteles o restaurantes, la luz se convierte en una herramienta estratégica para reforzar la imagen de marca”.
Asimismo, Mike Zancan, CEO, y Jordi Petitbó, director comercial, de Bover, consideran que “es de vital importancia una iluminación con un alto contenido de diseño y tecnología que aporte una imagen distinguida y contemporánea al espacio, además de crear un ambiente agradable para las personas que comparten dicho espacio”.
En proyectos contract se le da importancia sobre todo al impacto estético y a la capacidad de personalización. Las soluciones diseñadas a medida reflejan la visión de cada cliente y se adecúan a las necesidades concretas de cada espacio. La durabilidad y el ahorro energético son también prioridades, apostando siempre por soluciones sostenibles y de bajo entendimiento que, además de embellecer, cuiden del entorno.
A la hora de proyectar la iluminación de un hotel o restaurante, fuentes de Simon apuntan a que “se valora principalmente la capacidad de la iluminación para crear un ambiente que potencie la identidad de marca y genere una experiencia positiva para los usuarios. La eficiencia energética y la durabilidad de los sistemas son factores clave, ya que estos espacios suelen requerir iluminación constante y de bajo mantenimiento. La personalización lumínica en el diseño también cobra gran importancia.
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