Reportajes

Iluminación exterior: creación de ambientes

Como en cualquier proyecto de iluminación exterior, es vital tener también en cuenta el diseño interior del hotel. Si se realiza un buen trabajo, la transición entre los espacios interiores y exteriores debe pasar desapercibida para los huéspedes. Si se logra, el proyecto es un éxito.

Por Isabel Fernández

El exterior de un hotel, ya esté compuesto por un único edificio o por una variedad de elementos, debe ser iluminado en un único proyecto que englobe todas las zonas exteriores, cada una con diferentes requisitos en función de su uso. Por lo tanto, es fundamental tener en mente la instalación completa de la iluminación desde el inicio del proyecto constructivo. De esta forma, se mantendrá cierta cohesión, respetando el diseño y el estilo arquitectónico de la edificación. Por tanto, la zona exterior de un hotel es su propia carta de presentación, por lo que es esencial resaltar sus puntos estratégicos para potenciar la estética o su estilo arquitectónico. Si el hotel se encuentra rodeado de jardines o tiene piscina, habrá que trabajar también en un tipo de iluminación que permita realzarlos y generar un ambiente determinado.

Sobre este aspecto Jordi Bertran Santos, director de 118 Studio, señala que “la iluminación brinda coherencia respecto a la imagen de una marca. Un diseño acertado puede realzar la arquitectura, destacar elementos decorativos y crear ambientes acogedores”.

Desde Simon consideran que “la iluminación exterior de un hotel es fundamental para definir su imagen y percepción ante los huéspedes. Funciona como una herramienta estratégica de marketing visual, invitando a los posibles clientes a entrar y experimentar lo que el hotel les puede ofrecer. Una iluminación exterior bien planificada puede resaltar la arquitectura del edificio, crear un ambiente acogedor y seguro, y diferenciar al hotel de la competencia. Además, contribuye a la seguridad al iluminar adecuadamente entradas, senderos y áreas de estacionamiento”.

Equilibrio entre técnica y estética

Los proyectos lumínicos en contract tienen como finalidad el equilibrio entre la iluminación técnica y la decorativa. Hay que tener muy claro la atmósfera que se quiere recrear.

Así lo afirma Miguel Martínez, director comercial de a-emotional light: “Lo principal es identificar los objetivos y el ambiente que se desea crear en un determinado espacio y, a través de la funcionalidad lumínica, desarrollar los ambientes para que vayan en sintonía con los objetivos marcados transmitiendo al usuario la atmósfera propicia para generar las sensaciones adecuadas al uso teórico del espacio. Todo ello debe ir en consonancia con el entorno circundante, los materiales y la arquitectura. Tanto en el diseño de las propias luminarias como en el proyecto en sí, es importante considerar la eficiencia energética que ayuda a reducir costes a largo plazo y a minimizar el impacto ambiental, así como reducir la contaminación lumínica en espacios con alta densidad constructiva. La estética es una consecuencia de todo ello, si se ha proyectado bien. Se realzarán elementos arquitectónicos, vegetales o se señalizarán zonas para transmitir seguridad a los huéspedes con el fin de elaborar un proyecto de iluminación exterior efectivo”.

Por su parte, Iván Meana, director de Proyectos de Faro Barcelona, apunta que “los hosteleros están cada vez más concienciados sobre la sostenibilidad del proyecto. No obstante, no por ello restan importancia al diseño y al confort que quieren ofrecer a sus huéspedes. El resto, por tanto, reside en encontrar el equilibrio entre estos tres aspectos. Los hoteleros y restauradores demandan soluciones de iluminación que ofrezcan gran confort visual, calidad y una alta eficiencia, reduciendo así el consumo energético del establecimiento”.

Además, Vicente Moya, product manager de Mantra Iluminación, agrega que se valora “el diseño, la calidad de los materiales, el índice de protección IP y la vida útil de los productos. Calidad de los materiales e IP teniendo en cuenta las inclemencias meteorológicas. La vida útil, dado que se proyectan mayoritariamente muchas piezas y el coste de la sustitución, además de la preocupación de poder encontrar las mimas luminarias en un futuro. Y, además, un presupuesto realista, ya que las luminarias son el último eslabón del proyecto, o sea, lo último que se coloca y/o adquiere, con lo cual se puede sufrir variaciones en su presupuesto, por los costes extraordinarios en los pasos previos del proyecto”.

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