El Atzavara Hotel & Spa es un hotel de cinco estrellas situado en Santa Susanna, entre Barcelona y Girona, entre el mar y la montaña. El nombre del hotel proviene de una planta típica de nuestras costas, la atzavara. Una planta con hojas llenas de vida que simboliza los espacios únicos del Atzavara Hotel & Spa.
Este hotel, perteneciente a la cadena hotelera Aqua Hotel Group, cuenta con seis espacios gastronómicos diferentes, un spa y centro wellness, siete piscinas exteriores, gimnasio, tiendas, 465 habitaciones, 20 salones para todo tipo de eventos y muchas comodidades. Lo tiene todo para organizar un evento perfecto con instalaciones de última generación. Debido a sus grandes dimensiones –45.000 m2 de superficie en total–, cubre las necesidades tanto del turismo MICE como del cliente vacacional.
De hecho, el hotel cuenta con 29 piscinas: 7 piscinas exteriores para el ocio de toda la familia y 22 pequeñas piscinas integradas en las habitaciones suite.
El centro de spa y wellness es un espacio recogido inspirado en el estilo de vida mediterráneo con circuito de aguas, saunas, tratamientos, servicios de belleza, cabinas de masaje y gimnasio. El lugar ideal para relajar el cuerpo y la mente.
Todas las piscinas de este increíble hotel han sido construidas por Recoder Piscines Maresme, mientras que todos los productos y soluciones para piscinas (sistemas de filtración, bombas, sistemas de tratamiento de agua, cubiertas para piscinas, etc.) han sido suministrados por Fluidra Comercial España, con su gama de productos Astralpool y Zodiac.
Además, todas las piscinas están controladas a través de un innovador sistema de control remoto llamado Fluidra Connect, que permite a los operadores gestionar todas las piscinas y sus parámetros a través de un dispositivo móvil.
Fluidra también ha participado en la conceptualización y diseño arquitectónico de las piscinas en colaboración con el estudio de arquitectura Isern & Associats, que se encargaron del diseño arquitectónico e interiorismo de todo el hotel.
Según Isern & Associats, la arquitectura del hotel no intenta esconder la envergadura del edificio y respira una arquitectura moderna de veraneo, que tan bien define el mediterráneo. El blanco, el hormigón, las celosías y las lamas organizan siete bloques acogedores que configuran un mundo en sí mismo, donde se facilita el paso de la luz, el aire y las visuales en las separaciones entre estos. Las distintas estancias se visten de mediterráneo a través de una paleta cromática en tonalidades tierra, beiges y azul, también con arcilla, madera y ratán.
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