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Eme Carranza da vida al alma gitana del restaurante Zíngara de Madrid

Este restaurante y coctelería combina la riqueza cultural y la gastronomía orgánica, dando como resultado un diseño que ofrece una experiencia sensorial memorable para todos los sentidos.

Zíngara evoca, su nombre, su ambiente y su filosofía, a la sugerente cultura nómada de las poblaciones gitanas antiguas, fieles defensores del espíritu libre, donde el misticismo y la magia son protagonistas. Influenciados profundamente por esta rica herencia, el prestigioso estudio de diseño de interiores argentino Eme Carranza ha interpretado el espacio como si de una caravana que, a lo largo de sus infinitos viajes, recolecta piezas y sabores de diversos rincones del mundo. Un gran desafío para los diseñadores de este proyecto, que se enfrentaron a un espacio innovador en una ciudad como Madrid, siempre en su máximo apogeo y repleta de restaurantes que ofrecen experiencias estéticas únicas y variadas.

Interiorismo místico

El concepto de Zíngara combina este componente cultural, que abarca un mundo lleno de misterio, con el universo plant based, que representa lo natural y orgánico. Este enfoque dual se refleja meticulosamente en cada rincón del restaurante, creando una atmósfera que se presenta acogedora e intrigante al mismo tiempo.

Todos los elementos decorativos utilizados en Zíngara son piezas antiguas o han sido realizadas artesanalmente para este proyecto, asegurando una autenticidad y un absoluto cuidado del detalle. Los principales materiales que Eme Carranza ha utilizado para ambientar este espacio incluyen abanicos, candelabros y objetos antiguos que representan tanto la cultura gitana, como la española. La madera añeja, típica de las caravanas de época, se entrelaza con elementos como los respaldos de las sillas, diseñados con la forma de panderetas. Las alfombras marroquíes, en tonos ocres y rojos, adornan las paredes junto a papel estampado, logrando una estética excéntrica, sobrecargada y ornamentada sin rebasar ningún límite. Además, las piedras energéticas y los metales preciosos de intenso brillo aportan una estética mística y enigmática al entorno.

En definitiva, el resultado de este maravilloso encargo convierte a Zíngara en un referente en la escena gastronómica y de coctelería madrileña, ofreciendo una experiencia sensorial completa que va más allá de lo culinario, para adentrarse en un universo de sensaciones y emociones.

Con esta propuesta tan especial que fusiona lo bohemio con lo orgánico, este espacio es un lugar imprescindible para quienes buscan algo más que una simple cena: la inmersión total en un ambiente que celebra la riqueza cultural y la magia de lo artesanal, haciendo que cada visita sea una aventura inolvidable.

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