Reportajes

Diseñar el lobby

Carta de presentación

El ‘lobby’ es el centro neurálgico de cualquier hotel. En él los huéspedes se registran, preguntan al personal de recepción o conserje, esperan a que lleguen el taxi o el autocar, hablan con otras personas… Su diseño marca la pauta para toda la experiencia del cliente y ayuda a causar una impresión positiva del establecimiento.

Por Isabel Fernández

Bless Hotel Madrid (Pombo Studio)

La funcionalidad y el diseño del lobby han experimentado un cambio notable en los últimos años, dejando de ser simplemente el lugar donde los clientes realizan el check in para concebirse como espacios vitales que crean el primer impacto a la llegada, convirtiéndose en puntos de encuentro llenos de vida. El objetivo es transmitir una imagen de estancia cómoda y espontánea que refleje la esencia del hotel desde el primer contacto. Por ello hay que adaptar el lobby a las diversas situaciones del cliente y del hotel. Se busca crear un espacio versátil donde los huéspedes puedan hablar, esperar, leer, disfrutar de un café y compartir conversaciones apetecibles. Por lo tanto, es crucial diseñar este espacio de manera estratégica para garantizar comodidad, funcionalidad y una experiencia memorable para sus visitantes.

De esta manera, Juan Luis Requena, socio fundador de Requena y Plaza, considera que «el lobby ha dejado de ser un espacio meramente funcional –como era en sus inicios– para convertirse en un elemento central de la experiencia del cliente buscando originalidad y diferenciación en cada caso, así como lograr ser un espacio de atracción de potenciales clientes externos. Así, la incorporación de cafeterías y restaurantes, áreas de descanso informales o, incluso, zonas de trabajo y de reuniones han ido modelando nuevos conceptos e ideas en el diseño de los hall o recepción de los hoteles. Es como una especie de ‘plaza’ interna donde coexisten distintas actividades para unos huéspedes que demandan experiencias más diversas dentro del hotel».

Además, Xavier Martinell, director de Luzio Studio, opina que «actualmente los lobbies son espacios más abiertos que reúnen varias funciones a su vez. Hoy día podemos entrar en un hotel y recibirnos directamente con su cafetería, dejando un espacio trasero más allá del mostrador físico de recepción. También nos encontramos con zonas para sentarse y relajarse, todo para hacernos sentir más cómodos, y crear un ambiente más fresco y cosmopolita. Estos espacios suelen además ofrecerse a ciudadanos de a pie que deseen acceder y disfrutar sin ser un huésped o sufrir el filtro incómodo de la clásica recepción de hotel como antaño».

También Alejandra Pombo, CEO de Pombo Estudio, recalca que «el lobby hace tiempo que ha cambiado; ya no es solo para los huéspedes. Te tiene que invitar a entrar, que sea accesible y no asuste; que te reciba y tener una primera impresión de sentirte acogido. La distribución es importantísima. Es una zona de mucho tránsito. La zona de recepción debe ser muy visual, que se entienda a la primera. Hace años que el lobby no es un área de mera espera, es también una zona de estar en sí misma, de reuniones, de descansar, de tomar o comer algo…; cada vez se ofrecen más servicios, por eso es importante que sea verdaderamente acogedor».

Por otra parte, Loli Moroño, directora creativa de PF1 Interiorismo Contract, sostiene que, «a lo largo de nuestros 25 años de trayectoria profesional, hemos sido testigos de transformaciones significativas en el diseño y la funcionalidad de los espacios del lobby. En nuestros inicios, estos espacios estaban caracterizados por el uso de materiales nobles, como maderas, mármoles y piedras naturales, así como metales que evolucionaron desde el latón hacia el acero inoxidable y los acabados de alto brillo, para luego retomar elementos de latonado. Las distribuciones, inicialmente amplias, incluían grandes mostradores destinados a la atención directa, los cuales con el paso del tiempo evolucionaron hacia un modelo más personalizado con mesas bajas. Asimismo, recordamos las áreas de espera que ofrecían cómodos sofás, cabinas para llamadas y piano, que aportaban un toque distintivo al ambiente. Con el paso de los años, se fueron incorporando zonas privadas para acceso a internet y, más recientemente, hemos integrado una amplia variedad de espacios interconectados con áreas de descanso. En la actualidad, todas estas transformaciones son bienvenidas, siempre que se mantenga una coherencia narrativa a la instalación».

Pensar en el usuario

¿Qué piden los hoteleros a la hora de planificar el lobby?

Javier Martínez, diseñador de interiores en Carlos Martínez Interiors, responde que, “en general, el hotelero no pide nada excepcional, simplemente pensar en el usuario para poder diseñar este espacio. El diseño del vestíbulo de un hotel no solo crea una primera impresión, sino que también determina cómo se verá y se sentirá el resto del diseño del hotel para los huéspedes. El vestíbulo de un hotel debe ser el lugar donde todos se sientan bienvenidos y seguros, y al mismo tiempo brindar una sensación inmediata de su marca. Hay un puñado de cosas que los huéspedes esperan del diseño del vestíbulo de un hotel: un lugar para sentarse, un área para la recepción y, tal vez, uno o dos enchufes para cargar teléfonos y computadoras mientras esperan. Pero si desea impresionar a los viajeros de hoy, deberá diseñar un vestíbulo que supere todas las expectativas. El propósito del lobby es recibir, registrar y satisfacer las necesidades de los huéspedes. Sus necesidades serán exclusivas de su ubicación, la estructura de su hotel, su marca y los tipos de clientes a los que atiende. El diseño del lobby es una forma clave de brindar todo lo anterior».

Ricard Trenchs, director creativo de Trenchs Studio, también incide en que «el lobby es la primera impresión y la última memoria que los clientes se llevan de un hotel, convirtiéndose en un espacio clave para transmitir la esencia de la marca. En diseño, buscamos crear un impacto visual inmediato, lo que llamamos el efecto wow, mientras que a nivel presupuestario es habitual destinar una parte significativa del total del proyecto. Este espacio no solo debe ser acogedor y funcional, sino también reflejar lujo y personalidad, siendo un saludo y una despedida inolvidables».

Por su lado, Juan Luis Requena, de Requena y Plaza, asegura que «la demanda inicial lógicamente es que sean diseños espacios visualmente impactantes, considerando que el lobby es un espacio clave, ya que debe responder a las demandas de la empresa hotelera en cuanto a la imagen y el branding de la marca, a las necesidades de los trabajadores del hotel para su operativa necesaria, y a las expectativas de los clientes, que deben tener una experiencia sorprendente desde el primer contacto que tienen en el lobby, así como una total funcionalidad y practicidad para la resolución de incidencias y trámites administrativos desde la llegada hasta la partida de los huéspedes».

Michele Corbani, socio fundador de Ilmiodesign, afirma que «los clientes desean diseñar un lobby que combine funcionalidad, atractivo visual, confort y flexibilidad, respondiendo tanto a las necesidades de los huéspedes como a los requisitos operativos del hotel. El objetivo es que este espacio mejora la experiencia del cliente desde su llegada, al mismo tiempo que garantice un flujo eficiente de personas y recursos».

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