Una imagen vale más que mil palabras. La cocina es considerada como un arte y, cada día más, supone una atracción para el comensal que el producto que va a degustar se prepare en directo. Los clientes son cada vez más exigentes con lo que comen y esta es la fórmula que se aproxima más a sus deseos. Además, las tendencias no solo vienen marcadas por un concepto estético sino también por la funcionalidad.
En un mercado tan competitivo como la hostelería tiene más éxito el que más servicios oferte, que sean de mejor calidad y al mejor precio. La transparencia en la elaboración es siempre un atractivo para los clientes.
Los bufés libres son, sin duda alguna, lo mejor de las vacaciones para una gran parte de los viajeros. El poder explorar para ver la oferta, y elegir y probar en la cantidad que se desee diferentes alimentos y preparados de comida fría y caliente, cruda y cocinada, a menudo de productos típicos de cada lugar, es un valor añadido a la estancia del que se benefician los hoteles que quieren diferenciarse del resto.
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