Iluminación

Bellhop Glass, las nuevas lámparas de vidrio soplado de Flos

Partiendo del icónico difusor Bellhop, Barber Osgerby y Flos han desarrollado una nueva colección de lámparas colgantes y de sobremesa en vidrio soplado: para una iluminación ambiental difusa y homogénea, pero también directa, desde abajo.

Cuando un producto tiene un gran éxito, sus formas se vuelven naturalmente arquetípicas. Esto es exactamente lo que sucedió con Bellhop, desarrollada por los diseñadores británicos Edward Barber y Jay Osgerby para Flos.

Bellhop, creada originalmente en 2016 como una lámpara de mesa a batería hecha a medida en aluminio azul para el restaurante Parabola y la sala de miembros del Museo de Diseño de Londres, se propuso posteriormente en una versión de producción de policarbonato con seis acabados de color en 2018, como bolardo, poste y lámpara de pared para exteriores en aluminio pintado en 2019, como versión de pie en 2021 y, más recientemente, como lámpara de pared y una edición Matte Black en 2022.

El éxito de Bellhop se debe en gran parte al reconocimiento inmediato de su difusor en forma de campana, que envuelve la fuente de luz, creando un objeto compacto con formas suaves, un compañero de habitación que se siente como en casa dondequiera que estés.

«Bellhop fue creado para ser utilizado todos los días y en todas partes. Su forma se volvió inmediatamente familiar porque fue diseñada lo suficientemente atractiva, al tiempo que evitaba cuidadosamente cualquier tendencia oportuna. Es una presencia sencilla pero eficaz, que nunca aburre», comenta los diseñadores.

En 2024, Barber Osgerby ha retomado la forma característica del difusor de Bellhop para proponer una evolución radical en términos de personalidad y usabilidad: el resultado es la nueva Bellhop Glass, una familia que incluye una lámpara de sobremesa de grandes dimensiones y tres de suspensión.

El nuevo Bellhop Glass

«Cuando diseñamos para Flos, nuestro punto de partida nunca es la forma, sino la calidad de la luz. En este caso, queríamos obtener una luz ambiental, cálida y acogedora, homogénea y suave para iluminar espacios más amplios sin crear fuertes contrastes. Nos preguntamos qué pasaría si dejáramos escapar la luz del difusor Bellhop (que, en las versiones anteriores, era opaco y dirigía la luz hacia abajo) y ampliáramos sus dimensiones», explica Jay Osgerby.

De ahí surgió la idea de un difusor de vidrio, desarrollado junto con el departamento de I+D de Flos.

El estudio de los diferentes materiales disponibles llevó a la definición de un vidrio soplado triplex opalino, es decir, formado por un sándwich de capas de vidrio, con la capa blanca insertada en el centro de dos transparentes.

El uso del vidrio opalino triplex y el gran tamaño, que mantiene la fuente de luz a distancia de la superficie interna del difusor, permitieron obtener la iluminación deseada: una que llena el espacio de manera uniforme, cálida y acogedora.

Bellhop Glass se creó en tres modelos colgantes de 18, 33 y 45 cm de diámetro, y en un modelo de sobremesa o aparador de 33 cm de diámetro: todos con difusor de vidrio soplado opal triplex y piezas de aluminio, disponibles en Ciokó, versiones blanco y aluminio brillo.

De sobremesa

El difusor de 33 cm de diámetro de la versión de sobremesa de Bellhop Glass reposa sobre una base cilíndrica de 12 cm de diámetro de aluminio, un material que se ha elegido también por su facilidad de manejo al final de su vida útil (es totalmente reciclable), disponible en las versiones cioko, blanco y aluminio brillo.

Para dar brillo al aluminio, Flos utiliza depósitos de fijación que modifican su superficie: el resultado es un acabado brillante que no se oxida ni se oxida al tacto humano.

La roseta y el anillo que conecta el difusor con la base cilíndrica son de aluminio, disponible en los acabados cioko, blanco o aluminio brillo.

«Los detalles de acabado son de metal, chapados o pintados porque tienen una función estructural, deben soportar el gran difusor de vidrio soplado», explica Edward Barber.

Colgante

La lámpara colgante Bellhop Glass se ha desarrollado en tres tamaños de 18, 33 y 45 cm de diámetro.

La particularidad de este modelo es la posibilidad de utilizarla como luz de ambiente pero también como luz de trabajo, que ilumina directamente, con un cono de luz no deslumbrante, la superficie sobre la que está suspendida.

«Las lámparas colgantes suelen estar abiertas en la parte inferior, pero el resultado es una luz demasiado intrusiva y deslumbrante”. Con Bellhop Glass creamos una doble abertura en el cristal: en la parte superior, para alojar los componentes eléctricos, y en la parte inferior. Aquí hemos creado un agujero, protegido por un elemento de aluminio, lo suficientemente grande como para dirigir la luz (y cambiar la bombilla) pero que no lleva la difusión hasta los ojos de los que están sentados a la mesa», señala Edward Barber.

De este modo, se crea un cono de luz en el interior del Bellhop Glass suspendido: se expande de forma homogénea en el entorno por todos los lados y aterriza sobre la mesa con precisión, como una antorcha, señalizado visualmente por el anillo de aluminio de color que rodea la abertura inferior de la lámpara. El cilindro que se encuentra sobre la suspensión también hace referencia a esta última, también de metal de color.

«El cilindro que emerge de la parte superior de la lámpara es una referencia estética a la familia Bellhop, una extrusión cilíndrica en la que se colocan los componentes eléctricos», afirma Osgerby.

El cable que sostiene la lámpara sale del cilindro, mientras que el cable eléctrico sale por su lateral.

«Queríamos dar un papel coreográfico al cable eléctrico», continúa Edward Barber, «por eso, en el lateral del cilindro de acero pintado hay un pequeño orificio, marcado por un anillo. Es una elección de diseño que permite animar el elemento técnico, como si fuera una visualización de los flujos de electricidad que llegan a la lámpara».

Un modelo totalmente desmontable

Bellhop Glass, tanto en la versión de sobremesa como en la de suspensión, se puede desmontar por completo, ya que se mantiene unido únicamente con tornillos, todos ellos invisibles.

En el modelo de sobremesa, hay un anillo de material plástico moldeado por inyección entre el difusor y la base: aquí, gracias a la presencia de microaletas, el difusor se encaja en la base con un simple gesto. En el modelo de suspensión, todos los elementos se atornillan.

La mayoría de los componentes de la lámpara son reciclables al final de su vida útil.

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