El reto a la hora de diseñar el restaurante Banquet Barcelona fue fusionar dos conceptos que pueden parecer contrapuestos: el refinamiento de un bistró francés con el ambiente de una cocina barcelonesa.
Para entender bien este proyecto, hay que hablar del barrio del Raval, que es uno de los más dinámicos y diversos de Barcelona, donde disfrutar de exposiciones vanguardistas, bares bohemios, tiendas de diseño, arte callejero… todo alrededor del mercado de La Boqueria. Por el Raval, situado junto al puerto y la Rambla, la avenida Paral·lel, las rondas de Sant Pau y Sant Antoni y la calle de Pelai, cada día pasean cientos de turistas, pero aun así el Raval conserva la su esencia popular. Calles estrechas, apretadas y llenas. El Raval es tan especial que muchos no lo cambiarían por nada. Es el barrio donde todo está y todo el mundo puede convivir; del ambiente bohemio del Bar Marsella y de los primeros acuerdos de la rumba catalana en la calle Cera. El Raval es un barrio diverso y fiel a su esencia, igual que el proyecto de interiorismo de Carlos Martínez Interiors.
Banquet Barcelona presenta una decoración sofisticada y elegante. La esmerada iluminación consigue crear un ambiente cálido y agradable. Al acceder, nos recibe una luminosa marquesina de cristal catedral a tres tonos que se extiende a lo largo de la larga barra de mármol blanco país, donde el protagonista es el producto expuesto. La barra de Banquet Barcelona está pensada para preparar combinados y otras bebidas para compartir. Esta barra colinda con la barra del chef, donde se puede comer con vistas a la cocina a la vista y abierta. Por tanto, en la distribución del espacio conviven diversos ambientes como la barra, la sala y la cocina vista. Distintos espacios para diferentes experiencias con vistas a la plaza de los Gatos.
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