El diseño del Estudio AG Interiorismo, capitaneado por Antonio Guerrero, ha transformado una nave de nueva construcción en un cálido refugio gastronómico como es Ama, la Cocina de Amarga y Pica. La paleta de colores terrosos, verdes y negros evoca los paisajes olivareros, mientras que los espejos ahumados multiplican la luz natural, creando un juego de reflejos que emula los últimos rayos de sol sobre las hojas de los olivos.
Las curvas se convierten en el leitmotiv del diseño, recorriendo desde la barra hasta las lámparas y la señalética. Esta fluidez aporta dinamismo y continuidad al espacio, mientras que la iluminación estratégicamente ubicada realza las mesas, invitando a los comensales a sumergirse en una experiencia culinaria memorable.
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