
En un enclave donde el sol nunca descansa y el glamour es parte del paisaje, el nuevo ME Marbella irrumpe con fuerza en la escena hotelera de lujo. Una metamorfosis creativa liderada por el estudio ASAH que da vida a un establecimiento de cinco estrellas tan vanguardista como acogedor. Pero, más allá de la arquitectura y del estilo, entra en juego un elemento sutil –aunque imprescindible– que construye esa atmósfera y transforma las sensaciones positivas del huésped: el textil.
Ahí es donde entra la experta mirada de la firma Carmela Martí Decoración, que ha diseñado un interiorismo textil sofisticado pensado para dialogar con la luz, con los materiales nobles y con ese concepto de lujo y de relax tan propio del Mediterráneo. En las habitaciones, cada elemento textil ha sido elegido para acompañar e incrementar exponencialmente la experiencia del huésped. Así, se han diseñado cortinas que no solo filtran la luz, sino que delimitan los espacios, visten los armarios y construyen una intimidad sin perder ligereza visual.
Uno de los grandes protagonistas es el visillo efecto lino, una apuesta por lo originario y lo auténtico, que se recrea con las transparencias según el momento del día. Su textura orgánica y su caída elegante aportan calidez y confort sin recargar y se integra a la perfección con los tonos suaves y el estilo contemporáneo que definen el ME Marbella. Además, para garantizar el descanso sin renunciar al diseño, el blackout elegido es un tejido 100 % opaco con un acabado textil en ambas caras. De este modo, incluso en su función más técnica, mantiene un aspecto natural, coherente con el conjunto estético de la habitación.
Mientras, en los baños, las venecianas de madera natural aportan privacidad y continuidad visual con el resto de la decoración, reforzando una narrativa que recorre todo el establecimiento; esto es, la de una elegancia sin artificios, donde el interiorismo textil se ve y, a la vez, se siente.
Carmela Martí también ha diseñado los textiles decorativos de las áreas comunes. La apuesta son los visillos efecto lino con cuerpo, capaces de filtrar la intensa luz marbellí en los momentos clave del día, y cortinas en los restaurantes, que aúnan funcionalidad y estilo con el mismo lenguaje estético del resto del hotel.
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