Requena y Plaza ha liderado el ambicioso proyecto de remodelación del Hotel Meliá Costa Atlantis Tenerife, situado en el corazón de la localidad de Puerto de la Cruz. Un enclave privilegiado de la isla de Tenerife, donde el Atlántico y la vegetación exuberante se funden con la arquitectura y la cultura canarias. La propuesta del estudio reinterpreta la identidad del hotel bajo una nueva mirada, inspirada en la estética colonial y el respeto por el entorno natural característico de la isla.
Operado por el Grupo Meliá Hotels International, el Hotel Meliá Costa Atlantis Tenerife ha tenido una intervención completa. La reforma, que abarca las habitaciones estándar, las habitaciones The Level y las zonas comunes del hotel, tiene como objetivo mejorar la experiencia del huésped mediante un diseño sensorial, elegante y profundamente conectado con la historia y el paisaje tinerfeño. El lenguaje del proyecto parte de la «naturaleza y vegetación locales, la sensación tropical del norte de la isla, las casonas coloniales y el mar» como ejes de identidad, logrando espacios armónicos que invitan al descanso y a la relajación.
El edificio situado en el Paseo Marítimo está rodeado por unas vistas privilegiadas: Por un lado, el océano con la espectacular primera línea de Lago Martíanez, donde se vive la impronta del genial artista canario César Manrique. Y por otro, el Valle de la Orotava culminado por el Teide. El azul del mar, los grises y negros de la arena de lava y el verde de la vegetación del fértil valle son las líneas cromáticas que han marcado la pauta estilística. La elegancia de la arquitectura de la zona, con sus típicas casas coloniales, completa la paleta de inspiración.
La creatividad surgida de la imagen colonial de las casonas canarias ha conllevado la utilización de diversas fibras naturales mezcladas con verdes profundos y mucha vegetación natural. También de maderas cercanas al color nogal, mezcladas con telas en acabados ricos y elegantes. Todo ello consigue una estética clásica y confortable, vintage pero actual.
La inclusión de la vegetación ha sido asimismo protagonista del diseño, con una presencia física real: a través de la vegetación se logra introducir el exterior de la isla dentro del hotel y, de este modo, se convierte su interior en un jardín canario donde apetece estar disfrutándolo durante largos ratos.
En la zona de recepción y lobby, la principal intervención ha sido la creación del lobby-bar que dinamiza el espacio, creando el punto focal de todo el hotel: un lugar en el que los huéspedes quieran estar y socializar con otros clientes. Es el elemento principal del lobby y el principal punto de atención del renovado hotel: un bar ubicado en el corazón del lobby desde el que se da servicio tanto a la propia área de recepción como a la espectacular terraza con vistas al océano. Se ha diseñado del mismo modo una nueva recepción para los clientes The Level que disfrutarán en exclusiva del nuevo The Level Lounge, proyectado junto a la recepción y lobby generales del hotel.
La reforma del área de restauración ha sido otra de las piezas clave del proyecto. El buffet ha sido actualizado y se convierte en un espacio más luminoso y confortable. Se incluyen elementos, bancadas y vegetación que lo compartimentan en distintos espacios, creando pequeños comedores que otorgan privacidad y permiten al cliente elegir rincones diferentes para disfrutar durante su estancia. Su diseño está en la misma línea que el resto del hotel, pero en tonos más claros para fomentar la sensación de luz natural y potenciando la terraza para desayunar o cenar junto al jardín y piscina.
El espacio exclusivo The Level Lounge ha sido concebido como un refugio de elegancia y tranquilidad, donde los clientes The Level pueden disfrutar de privacidad y exclusividad todo el día: desde el desayuno hasta la cena, con un servicio exclusivo para ellos. Un espacio donde se puede comer, tomar una copa o trabajar confortablemente. En la misma línea de imagen colonial canaria del lobby, este espacio propone un ambiente calmado y relajado, con distintas zonas de asiento y otro bufé donde a lo largo del día se disponen distintos elementos de desayuno y snack.
Por último, el pool bar ha sido totalmente renovado para convertirse en un oasis de relax frente a la piscina, en un entorno rodeado de tumbonas. Su diseño busca integrar el mobiliario con el paisaje mediante materiales resistentes al sol y al agua, manteniendo el enfoque cálido y natural del resto del hotel. Elementos como pérgolas, pavimentos de piedra volcánica y textiles de inspiración marina refuerzan su carácter fresco y vacacional.
Los responsables del proyecto en Requena y Plaza explican que, “con esta reforma, hemos querido reinterpretar el alma del hotel a través de una mirada contemporánea pero profundamente respetuosa con el entorno y la cultura característicos de Tenerife. Se trata de una intervención que no solo mejora la funcionalidad de los espacios, sino que los transforma en una experiencia sensorial y emocional para el huésped».
Más noticias relacionadas con Requena y Plaza aquí