Cuando llega el verano, lo que apetece es sol, risas con amigos y una copa de vino bien frío. Y ahí es donde entra Flor Innata, la gama más joven, desenfadada y espontánea de la bodega Valdecuevas. Con el lema Fresco, fácil y sin historias, esta colección está pensada para quienes disfrutan de lo auténtico, sin complicaciones, y con un vino que encaja con su forma de vivir.
Con Flor Innata, Valdecuevas apuesta por conectar con una generación que vive el vino desde el momento, no desde el protocolo.
«Queremos que nuestros vinos formen parte de la experiencia, no que sean una lección de cata. Son vinos que no se entienden, se viven», explica Ximena Lasa, directora de Marketing de la bodega.
Flor Innata Verdejo 2024
Una reinterpretación del clásico verdejo para los que buscan algo familiar, pero con un aire diferente. Elaborado a partir de un coupage de verdejo y sauvignon blanc, destaca por su aroma intenso a frutas tropicales (piña y mango), matices herbáceos y un sutil fondo anisado. Se elabora con maceración en frío para potenciar su perfil aromático, y se cría durante dos meses sobre lías para aportar untuosidad y volumen en boca. El resultado es un blanco envolvente, muy refrescante y perfecto para acompañar una comida ligera, una tarde de terraceo o una noche con música suave y amigos.
Flor Innata Rosado 2024
La fusión inesperada entre tempranillo y verdejo da lugar a un rosado de color rosa palo, nariz potente con notas de frutas rojas, flores frescas y hierbas aromáticas. En boca es suave, fresco y persistente, con un equilibrio que lo convierte en el compañero ideal para platos fríos, picoteos o simplemente para brindar al atardecer. Su proceso de elaboración cuida cada detalle: desde la maceración en frío hasta la fermentación lenta del mosto yema, conservando toda la frescura de la fruta.
Flor Innata Frizzante 2024
El más gamberro y festivo de la gama. Una propuesta diferente, chispeante y con burbuja fina, elaborada a partir de uvas verdejo y gewürztraminer vendimiadas tempranamente. ¿El objetivo? Lograr un vino con baja graduación, mucha frescura y un punto dulce natural que conquista a la primera. En nariz es floral y afrutado, con recuerdos a azahar, manzana verde y frutas tropicales. En boca es redondo, goloso y refrescante, ideal para quienes buscan algo ligero y divertido. El frizzante que se abre “por si acaso” y siempre acaba siendo el protagonista de la fiesta.
Flor Innata está pensada para un público joven de espíritu, que aprecia lo bueno pero que no quiere reglas. Es la copa fría en la mano mientras cae el sol, el brindis espontáneo, la risa que se escapa. Son vinos sin complicaciones, que se abren sin buscar una ocasión especial, porque los mejores momentos no se planifican.
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