“Nuestra nueva colección trasciende nuestro hábito creativo para lanzar un mensaje por la protección de nuestro planeta y alentar a realizar acciones que en cada uno de nuestros propios hábitos ayuden a la sanación de nuestro ecosistema”, seña Ana Roquero, diseñadora y creadora de Cookplay.
“A través de Oceancook» queremos demostrar nuestro amor por la naturaleza en un proyecto que ayude a dar visibilidad y poner un punto de atención en las especies marinas en serio peligro de extinción en el mar Mediterráneo”, añade Roquero.
La Fundación Oceanogràfic València, que lleva a cabo proyectos de conservación de la fauna marina concretamente la protección de un gran número de especies en peligro, a través de los responsables del restaurante «Submarino» del Oceanogràfic llevaba años queriendo representar determinadas especies para crear objetos de menaje. Sus equipos técnicos trabajaban con un banco de datos con una valiosa información sobre las especies, pero necesitaban un traductor que pudiera aglutinar todas las necesidades.
Desde la primera reunión surgió la chispa que dotó de una sinergia especial a los diferentes equipos, compartiendo información y entusiasmo, sabiendo que el punto de partida de Cookply “debía responder a la premisa: ¿es posible representar una especie marina concreta bajo un formato capaz de dar cabida a la funcionalidad de un objeto de mesa?
“No hablábamos de reproducir imitando a las especies, ni de representar en dibujos sus caricaturas, queríamos captar el alma de cada especie, lo que las diferencia y define y crear piezas escultóricas que pudiesen formar parte de una experiencia gastronómica. Ver en vivo a cada especie y observar su expresión al nadar y moverse fue lo que determinó la selección final para desarrollar su diseño: raya Ondulata, Peligro de extinción EN (Endangered); caballito de mar mediterráneo, Peligro de extinción NT (Near threatened); anguila europea, Peligro de extinción CR (Critically endangered), y tburón blanco, Peligro de extinción CR (Critically endangered).
La sinuosidad del movimiento de las rayas al nadar en su medio y sus posibilidades morfológicas determinaron que fueran la especie más apropiada para ser la base de la colección, es decir, configurar los cuatro platos fundamentales:llano, hondo, postre y side.
El resto de las especies debían ir completando las diferentes funciones; así el caballito de mar por su diminuta dimensión se adaptó con facilidad a un platito para el aceite y los cuerpos longitudinales y serpenteantes de las anguilas en formas enroscadas verticales dieron pie a los vasos y boles.
Del tiburón blanco se seleccionó su icónico colmillo para dar forma a un recipiente con tapa de aspecto reconocido y muy fiel a su volumen aumentado.
“A lo largo del proceso me he sentido inspirada por el aspecto más sensorial de las especies y por su significativa expresión visual encontrando una simbiosis formal con nuestro estilo orgánico. El diseño resultante no es solo una mera representación de las especies en peligro para conseguir fondos para su recuperación sino que es reconocido como una colección Cookplay con sus valores de calidad tanto en su material la porcelana como en su adaptación a los formatos gastronómicos que son reflejo de la marca”, asegura Ana Roquero.
Cookplay donará 1 euro por cada adquisición de las piezas de la colección Oceancook, pero lo más destacable del proyecto es el mensaje de sensibilización para poner en conocimiento la situación alarmante de las especies en nuestros océanos.
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