Mobiliario

Armonía y equilibrio, señas de identidad del sillón Doge de Bonaldo

Narrativa de espacios vitales, investigación, evolución y reformulación del estilo, desarrollo de un lenguaje coherente y distintivo: estas son las piedras angulares del camino estilístico que Bonaldo ha seguido durante casi 90 años.

Un camino en constante evolución que, este año, se resume en el concepto «Evolutivo», que define la nueva colección 2024, creando soluciones que reflejan la idea que subyace al diseño, donde el entorno, los productos y las personas se consideran elementos clave.

Cada producto Bonaldo encarna la versatilidad y la elegancia, características que ponen de manifiesto el concepto B/Style, el programa de mobiliario integrado que crea un hilo conductor entre los distintos elementos de las diferentes colecciones. El sillón Doge, diseñado por Mauro Lipparini, es un excelente ejemplo de ello.

Elegante, sencillo y contemporáneo, el sillón Doge puede combinarse con la mesa de centro Flac, cuyo sobre de cristal fundido templado recrea el efecto de la superficie del agua, y con la lámpara de pie Pepita, que cambia y se adapta en función de la perspectiva, como una gema preciosa de múltiples facetas.

El sofá Boolean, un refugio atemporal de estilo y confort, añade más interés, transformando el espacio vital junto con la alfombra Rabat, inspirada en corrientes artísticas abstractas, con sus formas características y sus diferentes opciones de combinación.

Inspiración

El nombre de la familia de sillones se inspira en la figura del Doge, jefe del gobierno en la época de la República «La Serenissima» veneciana. La presencia de dos solapas que envuelven el asiento partiendo del reposabrazos recuerdan el tocado del Doge, dando a la forma del sillón un sentido de distinción y autoridad. La evocación de una estética de los años 70, junto con un sentido explícito de modernidad en el concepto y el material, sitúa al Doge en un mundo donde reinan la elegancia y la sencillez del diseño.

El sillón Doge está disponible en tres modelos. El sillón con base tapizada imprime a la configuración un sentido de compacidad y equilibrio en las proporciones y ofrece una sensación de confort desde el primer vistazo cada vez que se utiliza. Las otras dos variantes son ligeras y elevadas: una es más modernista, con una base central de cuatro patas y mecanismo giratorio, mientras que la otra tiene unas llamativas patas de madera maciza. Las tres versiones diferentes transmiten una inmediata confidencialidad personal en su aspecto, revelándose desenfadadas pero elegantes tanto en el mobiliario residencial como en el mundo de la hostelería.

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