La cocina en vivo, también conocida como show cooking, se basa en la preparación de los platos del restaurante delante de los comensales en directo, lo que se transforma en todo un espectáculo. El fin es que se vea la especialidad del chef. También se puede identificar como show cooking las cocinas abiertas, que muestran a los comensales las cocinas a la vista o a través de vidrieras, de forma que el cliente observa el funcionamiento de la misma. Esta modalidad incrementa la confianza de los clientes en lo que están consumiendo gracias a la proximidad que existe entre cocinero y comensal. También se consigue que los comensales se entretengan observando la realización del plato, haciendo que comer en dicho restaurante se convierta en una experiencia gastronómica incomparable.
Por otro lado, el bufé, especialmente el de desayuno, es visitado por casi todos los huéspedes de un hotel. Por este motivo, es primordial dar al cliente una experiencia única, que ayude a mantenerle animado y, para ello, es ideal ofrecer un buen show cooking, apostando siempre por la variedad. El cocinero puede preparar frente a los huéspedes elaboraciones calientes como pueden ser tortitas, beicon, huevos fritos, huevos revueltos, etc. Y esto hace que la popularidad del hotel aumente.
Cocinar delante de los clientes es una gran responsabilidad y en lo primero que se van a fijar es en qué transmite la imagen del negocio. En este tipo de instalaciones no solo cuenta el saber cocinar; tan importante es el saber comunicar, hablar con los comensales, recomendarles opciones o saber responder a sus preguntas. En el bufé, hay que colocar carteles para comunicar todos los productos servidos, así como, si es posible, sus beneficios nutricionales, ya que facilitará a los usuarios el poder escoger su plato y generará confianza.
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