Reportajes

Tapicería y cortinaje

Calidez y seguridad

Los textiles para contract son tejidos técnicos con la certificación reglamentaria para su uso en espacios públicos y con una elevada concurrencia, como son hoteles y restaurantes. Son apropiados para cortinas, visillos, tapicería de muebles, moquetas…

Los tejidos contract son los más utilizados en toda clase de instalaciones por interioristas, arquitectos y profesionales para decorar hoteles y restaurantes, es decir, en establecimientos con un alto tráfico de personas. Estos ambientes requieren unos textiles con una características técnicas específicas a la hora de tapizar sillones, sillas, paredes o instalar cortinas.

La elección de la tapicería y el cortinaje es fundamental, ya que no solo destacan por su aspecto decorativo, sino por su funcionalidad, al tamizar el sonido, crear atmósferas recogidas o dar más privacidad.

Así lo confirma Nati Gandedo, directora de Ventas de Gancedo, al recalcar que “el bienestar emocional y físico de las personas se sitúa en el centro del proyecto de interiorismo. Buscamos habitar lugares que creen impactos positivos en nuestras vidas. En ellos es notable el papel que juegan los textiles en el mundo del interiorismo y del contract. Elementos como las alfombras aportan a los espacios un entorno confortable y de tranquilidad. Las cortinas invitan al recogimiento, evitan el ruido y buscan transmitir intimidad. Además, los tejidos de exterior en este momento son imprescindibles en terrazas, jardines y azoteas”.

También Martín Soria López, director comercial nacional de Lizzo-Pepe Peñalver, explica que, “a nivel de diseño, los textiles dan calidez al ambiente y confort por la suavidad de los tapizados. En el plano técnico, facilitan la eliminación de ecos o ruidos en las estancias”.

Por su parte, Francisco Pérez, fundador y CEO de Atenzza Group, opina que “la elección de materiales de tapicería y cortinaje desempeña un papel primordial en la creación del ambiente adecuado. Estos elementos no solo cumplen una función estética, sino que también influyen en el confort, la durabilidad y la funcionalidad del espacio. Un proyecto contract de 10 debe cubrir todos los aspectos de la tapicería para garantizar un resultado, más que impecable, único. Esto implica elegir las telas de alta calidad y durabilidad, teniendo en cuenta la resistencia a la abrasión y al desgaste. Además, se deben considerar detalles como las nuevas tecnologías textiles existentes, como la Ecoplen, que dota a los elementos con cualidades innovadoras como la autolimpieza, purificación del ambiente…”.

Criterios de selección

A la hora de escoger los textiles para tapicerías y cortinas, es determinante cumplir con las normativas vigentes legales, así como otros factores técnicos como el hecho de que sean ignífugos, su nivel de opacidad, si tienen que ser acústicos o no, su resistencia a la abrasión, si son antibacterianos, etc.

Para la directora general de Carmela Martí Decoración, Mamen Pérez, “la elección de un tejido u otro tiene un peso muy importante. En el caso del mobiliario tapizado, los tejidos deben tener una alta resistencia debido a su uso intensivo. De esta manera, se revela también la calidad de los mismos. Es por ello que los tejidos se seleccionan no solo por un color o un estampado, sino por características como su composición, mantenimiento y resistencia. En cuanto a las cortinas, el poliéster es el tejido principal que se emplea. Es de buena calidad, se lava de manera sencilla, no encoge y no se arruga. Además, el resultado es natural. También hay que tener en cuenta el tejido black out de aquellas cortinas con las que se quiere tapar la luz para mejorar el descanso de los huéspedes. Este tejido es resistente al sol. Finalmente, se debe considerar que los tejidos para un establecimiento han de ser ignífugos: con el certificado Clase 1, los tejidos cumplen las más estrictas normativas, ya que son fabricados con materia prima ignífuga y, por tanto, no desaparece con los lavados”.

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Virginia Tarin, del Departamento de Diseño y Calidad de Alhambra, incide en que “se han introducido fibras de poliéster reciclado obtenidas a partir de botellas de plástico o redes de pesca recuperadas del océano. Estos tejidos reducen la dependencia de los recursos naturales y disminuyen la cantidad de desechos que llegan a los vertederos o el medio ambiente”. Esta experta también destaca “los tejidos a base de celulosa como el lyocell y el modal, que se obtienen de fuentes renovables como la pulpa de la madera proveniente de bosques gestionados de manera sostenible, así como tejidos biodegradables, que se descomponen de manera natural al final de su ciclo de vida, evitando de esta manera la acumulación de desechos textiles, y tintes y procesos de producción sostenibles, con bajo impacto ambiental que requieren menos agua y energía, además de técnicas de estampación digital que reducen el desperdicio de tintas y productos químicos”.

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