Una buena empresa de catering debe contar con la mejor maquinaria horeca, ya que está especializada en cocinar grandes cantidades de menús que deben servir al mismo tiempo y que, por lo tanto, deben estar bien cocinados, almacenados y conservados.
Hay empresas que preparan la comida en su propia local y luego la distribuyen a clientes externos, como pueden ser para la organización de un banquete de bodas, grandes empresas, aeropuertos, hospitales, museos… Otras compañías cocinan en una central de producción y distribuyen los componentes de comida o platos semiterminados a diferentes locales y distribuidores, como puede ser una cadena de restaurantes de pasta que vende sus salsas propias a varias tiendas, dark kitchens o supermercados.
Rafael Lázaro Rotaeche, director comercial y director en Calidad y Seguridad Alimentaria de Dégerman, aclara que “entendemos catering como todo transporte, distribución y servicio de comidas en un establecimiento, tanto interior como exterior. Por tanto, todos los pasos deben estar cubiertos en producción (cocina), con materiales y accesorios con aptitud alimentaria; transporte (vehículo), en el caso de transporte con regulación ATP –que asegura que las mercancías perecederas se transporten de un punto a otro sin que pierdan sus características organolépticas y lleguen al consumidor en condiciones óptimas, por lo que el medio de transporte utilizado debe ser capaz de mantener la temperatura idónea para el producto–, y distribución (servicio), con contenedores isotérmicos y carros térmicos que garanticen la temperatura y calidad de los alimentos”.
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