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Tendencias: iluminación exterior

La primera impresión

El uso de la iluminación en hoteles y complejos turísticos mejora las características arquitectónicas existentes y llama la atención sobre otras instalaciones, como pueden ser las piscinas. Además, garantiza la seguridad de los clientes al proporcionar una visibilidad adecuada.

Con el objetivo de explotar las posibilidades de la totalidad del recinto hotelero, hay que fijarse en otros factores más allá de los interiores y tener en cuenta también la iluminación exterior. De esta forma se consigue realzar las partes exteriores y hacer más atractivo el conjunto, para lograr futuros clientes y aumentar así los ingresos.

Para Julio César Álvarez, responsable de Proyectos de Ledvance España, “la iluminación exterior es una oportunidad para que hoteles y establecimientos del sector de la restauración mejoren su imagen y tengan la capacidad de aumentar la cuota de mercado. Hay que crear un entorno acogedor siendo energéticamente eficientes y ahorrando costes. Además, las soluciones de iluminación deben contribuir al bienestar de la personas, tanto de los clientes como de los empleados del hotel”.

Además, Ana López Raventós, hospitality manager de Faro Barcelona, señala que “la iluminación es una parte esencial en el diseño de los hoteles, ya que realza y enfatiza todo aquello positivo que se quiera destacar de un hotel. También ayuda a ocultar zonas que no son tan bonitas. La luz tiene un efecto directo en nuestro estado físico y emocional. Es por eso que es esencial darle importancia y crear ambientes confortables con la luz adecuada para que los huéspedes tengan buenas sensaciones durante su estancia. Finalmente, la iluminación de exterior tiene un componente de seguridad que debemos tener en cuenta, ya que nos sirve para señalizar zonas”.

Por su parte, Miguel Martínez, jefe de Ventas de a-emotional light, puntualiza que “la iluminación exterior debe dividirse en dos partes: técnica y decorativa. La primera debe estar diseñada para iluminar correctamente aquellas áreas dedicadas al tránsito y estancia, pero también se debe usar para resaltar ciertos elementos (objetos, fachadas, elementos naturales, vegetación… ), creando para el usuario una escenografía que lo invite a moverse por las zonas adecuadas y le haga disfrutar lo que ve. Con respecto a la decorativa, la intención será crear ambientes acogedores que envuelvan durante la noche o el atardecer al usuario, y le genere una emoción de bienestar y arropamiento”.

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