
En Ramon Soler han iniciado un proceso de transformación cultural que abarca toda la empresa e impregna tanto a las personas que directamente están al servicio de la misma, como a sus clientes, proveedores, colaboradores y los millones de usuarios de sus productos y servicios.
Uno de los aspectos más relevantes es la nueva imagen de marca, por lo que la implantación del nuevo branding afecta a múltiples facetas: packaging, marcaje de producto, papelería, soportes digitales, exposiciones, publicidad….
El proceso de implantación comenzó enero y se prolongará bien entrado 2024, lo que significa que durante un periodo más o menos largo van a coexistir la línea anterior y la nueva imagen.
Han transformado el anterior logo que constaba de dos palabras creando una sola palabra y eliminando mayúsculas, con el fin de convertirlo en más legible y dotarlo de la fuerza de una marca potente y con alta proyección de futuro.
Su medio, el agua, fluye de forma controlada por sus dispositivos: monomandos, hidroterapia, termostáticos… aportando el máximo confort y beneficios para los usuarios y el planeta. En Ramon Soler están empeñados de forma constante en integrarse con las buenas prácticas, con las personas y la sociedad, así como en el aprendizaje que proporcionan los valores de la economía circular.
La compañía ha iniciado una transformación progresiva del packaging desde el pasado mes de enero y que se puede prolongar hasta 2024. Están plenamente comprometidos en eliminar los plásticos de un solo uso y en la utilización del máximo de cartón reciclado.
Esta transformación será progresiva y en algunos casos se mezclarán en una misma referencia packagings nuevos y anteriores, con la idea de no generar un impacto medioambiental eliminando los embalajes anteriores. Los cambios que estamos realizando siguen las siguientes directrices:
En los embalajes individuales se han eliminado todos los plásticos de un solo uso, cambiándolos paulatinamente por materiales de 100% celulosa. De esta manera se pretende que todos los embalajes no necesiten diferenciar materiales y vayan al reciclaje de cartones. Ello implica tanto los embalajes individuales como los continentes.
Su objetivo es llegar al 70% de cartón reciclado que es el máximo adecuado para este tipo de uso.
Todos sus nuevos embalajes se están diseñando bajo una guía interna ecosostenible y acorde con la nueva imagen. Se emplea el color natural del cartón como base y las tintas deben ser solubles en agua o de aceites vegetales. Asimismo los procesos de producción deben ser respetuosos con el medio ambiente.
Además, están optimizando los volúmenes de sus embalajes para optimizar los espacios en transporte y almacenajes.
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