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Vegan Junk Food Bar crea el primer restaurante 2D con tecnología de Canon

Vegan Junk Food Bar, cadena de restaurantes con diferentes sedes en Europa y con presencia en Barcelona, ha logrado, gracias a la tecnología de Canon, crear un concepto único de restaurante 2D donde la comida servida pareciera literalmente salir del plato. Este innovador lugar junto a la variada oferta de su menú se ha convertido en un atractivo único para muchos clientes.

Gracias a Canon y su equipo de impresión de gran formato, la Colorado 1650 con tecnología UVgel, Vegan Junk Food Bar imprimió diferentes gráficos en blanco y negro que luego se instalaron en el restaurante. El diseño fue realizado con el objetivo de resaltar la comida de la carta caracterizada por el protagonismo de sus colores.

«Lo definimos como restaurante 2D, y la idea era plasmar todo en un fondo en blanco y negro, casi como si se tratase de una  viñeta salida de una serie de dibujos animados«, señala Kris Walewijns, Global Strategy & New Business Development Manager de Canon Production Printing.

El concepto 2D  se encuentra en todos los ambientes del restaurante, desde la entrada hasta el baño, así como en los techos, suelos, mesas e incluso en la propia nevera del espacio.

El resultado fue un éxito, pues diferentes personas llegaron al restaurante para probar la comida e interactuar con la marca. Los mismos clientes se tomaban fotos y las publicaban en diferentes redes sociales.

La precisión con la que se imprimieron los gráficos son el motivo principal por el que tienen una apariencia real. Es necesario estar muy cerca para darse cuenta de que las líneas blancas y negras que conforman las imágenes son solo impresiones. Esto fue posible gracias al equipo de gran formato de Canon, la Colorado 1650, que permite obtener una impresión de gran calidad de impresión y facilita que el material no se encoja ni se expanda durante el proceso de producción. De esta forma, se obtiene una mayor perfección del dibujo y se mejora la alienación con el resto de piezas al momento de instalarlas.

El tiempo de impresión e instalación de los gráficos fue otro factor que preocupaba a los responsables de Vegan Junk Food Bar. Esto fue porque solo estaban preparados para cerrar el restaurante por un día. Se imprimió todo en menos de 24 horas y la instalación fue incluso más rápida de lo previsto. «Todo se instaló en poco menos de ocho horas. Los instaladores profesionales llegaron por la mañana, y al final de la tarde todo estaba listo. De esta manera  al día siguiente el restaurante estaba abierto de nuevo», afirma Kris.

Debido a la popularidad que ha adquirido esta idea, Vegan Junk Food Bar ha decidido expandir este concepto a otros locales. El siguiente será uno ubicado en Colonia, Alemania, donde un tercio del restaurante tendrá instalado los gráficos en blanco y negro y mantendrá el resto con las piezas gráficas coloridas que caracterizan a la marca.

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