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The Macallan, sastrería con bar clandestino

La reforma del local ha sido diseñada por Alberto Torres, el estudio de interiorismo de PortobelloStreet.es.

Foto: Amador Toril

Los propietarios de la sastrería Púgil Store, situada en el barrio de Salamanca de Madrid, “querían una transformación espectacular, algo especial que transcendiera y estuviese en boca de todos sus clientes”, explica Alberto Torres, cuyo estudio de interiorismo, del grupo PortobelloStreet.es, ha llevado a cabo la remodelación de este conocido local de la capital, especializado en traje a medida para una clientela masculina muy exclusiva.

Junto con su socio, David González, experto en desarrollo de negocio, analizaron la historia y el estado actual de la sastrería, también la competencia, así como los artículos que ofrecen, la forma de exponerlos, la ambientación de los locales, etc. y llegaron a la conclusión que la remodelación de Púgil Store debía ofrecer “una propuesta de valor única, inolvidable y diferencial”. La decisión recayó en la creación en la trastienda del local de un speakeasy, ambientado en los bares americanos de los años 20 del siglo pasado, y al que se accede de forma oculta a través de uno de los espejos de la zona de probadores.

“Ahí encontramos la idea para conseguir que el proyecto trascendiera y les sirviera como poderosa herramienta de marketing, aumentado su notoriedad pública”, comenta Alberto Torres. El objetivo de este speakeasy es que su exclusiva clientela pueda disponer de un espacio de privacidad mientras visita la sastrería e incluso como lugar discreto donde reunirse en el barrio más distinguido de Madrid, además de espacio para eventos afines a la marca.

Un ‘trabajo secreto’ que, por primera vez, ve la luz

La intervención en el proyecto de reforma y ampliación de la sastrería, abierta en el año 2014, ha abarcado todo el local, de casi 200 metros cuadrados, incluyendo todo el interiorismo, con especial énfasis en implementar una nueva distribución de las diferentes zonas, así como el rediseño de la iluminación y la fabricación de piezas de mobiliario ‘ex profeso’ para el proyecto.

Pero, sin lugar a dudas, el protagonismo de la remodelación de Púgil Store recae en el speakeasy, situado donde antiguamente estaba la zona de almacenaje de la tienda, una auténtica propuesta de valor para sus clientes. Este tipo de espacio, además, responde a una de las tendencias que, según el interiorista madrileño, más se está demandando en España, “con la llegada de clientes de otros continentes con alto valor adquisitivo, donde este tipo de necesidades y atenciones son más habituales”. Alberto Torres explica que también recibe peticiones de este tipo de trabajos para proyectos de interiorismo de viviendas, con la creación de habitaciones ocultas, y compartimentos secretos en muebles y vestidores, de ahí que “estos trabajos no solo requieren de experiencia y profesionalidad, sino de discreción y confidencialidad”.

En este sentido, y tras más de 26 años en el sector de la decoración, el interiorista confiesa que está muy ilusionado con el proyecto de la sastrería Púgil Store y su speakeasy porque por primera vez puedo contar y mostrar al mundo este tipo de trabajos secretos”.

Distribución

Los casi 200 m2 del local se dividen, tras la remodelación, en tres zonas que abarcan espacios ya contemplados anteriormente –escaparate, recepción, almacenaje, taller de costura, probadores, etc.–, pero ahora con una nueva distribución que optimiza mejor el espacio y hace más atractiva la experiencia de compra.

Zona de entrada y centro

Tanto la fachada como el acceso al local se mantienen como estaban, pero en la parte externa del escaparate se ha añadido una pieza adicional elevada que simula la continuación de la tarima interior con aspecto de ring de boxeo, incluyendo el detalle de las catenarias que parecen atravesar el cristal del escaparate. Es más, este cajón incorpora un sistema de sonido que, al acercarse al escaparate, permite escuchar sonidos de lo que sería un antiguo combate de boxeo. 

El viejo mostrador ocupaba demasiado espacio y el estudio de interiorismo decidió realizar un diseño a medida como puesto de recepción y caja y ganar con ello un gran espacio de almacenaje en el lateral con un armario gigante que se funde con la propia pared, además de tener un área de exposición a su espalda. Frente al mostrador se ha añadido una mesa de billar que sirve tanto para atender a los clientes como para poder jugar en ratos de ocio.    

En toda esta zona central del local se sustituyeron los antiguos muebles donde se ubicaban las prendas por unos colgadores en forma de caño con distintas alturas más ordenadas, pensando en el tamaño de las distintas tipologías de prendas. Y a ras de suelo se han añadido una antiguas taquillas de gimnasio que amplían la capacidad de almacenamiento.

Zona de sastrería y costura

Anteriormente se mezclaban los clientes de la sastrería con los que se probaban las prendas ya confeccionadas en los probadores pero con la reforma se han separado ambas zonas. Ahora la zona de sastrería cuenta con un espacio propio presidido por un gran espejo apoyado en el suelo y un sofá frontal para los clientes de ceremonia que suelen ir acompañados. Y justo al lado se sitúa el taller de costura que antiguamente se ubicaba en la parte trasera de la tienda (donde ahora está el speakeasy). Éste se presenta con una ventana vista “para que el cliente de sastrería pueda ver la labor de la costurera, poniendo en valor el trabajo artesanal de la ropa que se confecciona a medida en la sastrería”, cuenta Alberto Torres.

Zona de probadores y speakeasy

En origen, los probadores ya estaban en esta zona pero con la reforma se han trasladado a la pared de enfrente, de manera que ahora se tiene una visión óptima de ellos desde el interior de la tienda. Además, cuentan con la luz natural que facilita una ventana que hay al fondo y que se complementa con el estudio de iluminación a partir de cuatro puntos de luz que se han hecho expresamente para esta zona. Frente a los probadores se sitúan tres espejos de vestidor que amplían visualmente el espacio, uno de los cuales es el que oculta la puerta secreta de acceso al speakeasy.

Speakeasy, The Macallan

Lo primero que salta a la vista al entrar en este espacio clandestino es el predominio del color negro y los toques dorados, como la llamativa bancada de terciopelo, en combinación con el suelo de madera maciza personalizado en un color entre miel y negro con acabado envejecido. No podía faltar la barra diseñada para la ocasión en madera lacada negra y el bar top en un porcelánico también negro rematado con chapa de latón, a juego con el apoyapies. En el centro del botellero retroiluminado se presenta una caja de luz con el nombre del espacio: The Macallan.

Paredes revestidas de molduras, pequeñas baldas para las bebidas de los invitados, un espejo que es a la vez un televisor, y unas discretas y elegantes luminarias complementan la estética de este espacio oculto y exclusivo que ya ha dejado de ser un secreto para convertirse en un proyecto elegante y diferenciador firmado por el estudio de interiorismo de PortobelloStreet.es.

Las claves de la remodelación

Se centra en dos aspectos clave. El primero, la iluminación, rediseñada completamente tras la reforma. Ahora en la sastrería se establecen jerarquías de percepción gracias al estudiado proyecto lumínico que acentúa expresivamente expositores de mercancías, así como artículos concretos gracias a la calidad de la luminotecnia. Esta es clave, no solo para conseguir una distribución luminosa precisa y, por consiguiente, una agradable experiencia de compra, sino también para la rentabilidad de la iluminación a largo plazo.

La segunda clave de la transformación de Púgil Store se halla en la selección de colores y materiales del interiorismo. Para realzar las prendas, nada mejor que una paleta cromática en tonos topo, gris y terracota. Y en cuanto a los materiales, se combina el laminado de roble de los muebles de almacenaje y el mostrador con el hierro de los expositores, la chapa de metal de las taquillas, el algodón en la mesa de trabajo, la lana de las alfombras y el latón de las luminarias para ofrecer un conjunto de gran dinamismo estético de connotaciones industriales claramente masculinas. El suelo de mármol blanco contrasta completamente con el techo pintado de negro que ofrece una más que interesante profundidad visual ascendente.

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