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Pia Capdevila diseña el edificio de apartamentos 8Sides de Barcelona

©Jordi Canosa

Dentro del portfolio de proyectos de Pia Capdevila se encuentra 8Sides, un edificio de apartamentos en el centro de Barcelona con una línea de negocio similar a un hotel, ya que incluye zonas comunes para los huéspedes, pero en la que la interiorista ha debido implementar toda la esencia de un proyecto residencial, dado que se trata de viviendas de alquiler para media y larga estancia. En la mezcla de ambos conceptos, tenía claro que debía crear unos espacios “con una personalidad muy marcada, con identidad propia”, si bien es cierto que juega con estilos muy diferentes, aunque perfectamente fusionados en los diversos espacios, generando atmósferas pensando especialmente en “sentirse como en casa”.

La propiedad ha influido mucho en el desarrollo del proyecto teniendo en cuenta que el edificio, finalizado en el año 1936, pertenece a una familia catalana, cuya quinta generación es la que lo está gestionando actualmente. De ahí la importancia de mantener al máximo el valor histórico del inmueble, del que cabe destacar su fachada de estilo art deco tardío, con ligera influencia racionalista, perfectamente rehabilitada. Además, no hay que olvidar su privilegiada ubicación, en el llamado Quadrat d’Or del Ensanche de Barcelona, a dos calles del emblemático Paseo de Gracia. Pero el edificio escondía otros tesoros constructivos de origen, como el sótano, descrito inicialmente por Pia Capdevila como “unas mazmorras tétricas” debido a su estado de completo deterioro, para a continuación reconocer que “tenía un potencial espectacular. Es una auténtica joya y, de hecho, es el punto de origen que marcó todo el proyecto”.

La envergadura de este proyecto integral de 3.200 metros cuadrados ha consistido en la rehabilitación de la fachada, catalogada por Patrimonio, así como la transformación completa de todos los interiores para adecuarlos a un uso residencial de 29 viviendas de alquiler temporal bajo la fórmula de coliving, es decir, con unos espacios comunes, como recepción, gimnasio, zona de coworking, solárium con piscina, salones y HonestyBar.

Para sentirse como en casa

La apariencia del inmueble, a simple vista, es la de uno más de los que forman parte de las características ‘illas del Eixample’, pero la estética art déco de la fachada rompe con la línea arquitectónica de sus vecinas, más clásicas, realzando su diferenciación. Esto respondía al expreso deseo de los propietarios y también al esplendor de este estilo constructivo por aquellos años 30 del siglo pasado. De hecho, se cree que ésta fue la última obra del afamado y vanguardista arquitecto catalán, Josep Goday, ya que murió en 1936. Debemos resaltar que el sótano, que sirvió como refugio antiaéreo durante los bombardeos de la Guerra Civil, es de una época anterior. Sobre este elemento construido alrededor de 1886, así como sobre la planta baja que hoy ya no existe, se erigió el edificio actual, por lo que se puede decir que el sótano es una de las primeras construcciones del Ensanche barcelonés.

Cuando cruzas la entrada del edificio, un elegante espacio cuadrado que corresponde a la antigua portería da la bienvenida al huésped, y se ha querido conservar tal cual, con sus suelos de mármol originales, las paredes estucadas y sin apenas accesorios, salvo una mesa antigua y una lámpara colgante, para potenciar el efecto de ‘entrar en casa’, huyendo de la apariencia de un hall de hotel.

Distribución por estancias

Planta baja

Tras cruzar el distribuidor de la entrada, a mano derecha se accede al front desk, con una apariencia de recepción con la idea de mostrar que en el edificio se ofrecen una serie de servicios para los huéspedes, atendidos de forma personalizada. Salta a la vista la perfecta integración de todos los elementos de esta planta, incluido el mostrador de mármol, distribuidos creando distintas atmósferas a modo de pequeños rincones de estar de diferentes capacidades en un recorrido amplio y ordenado hasta el fondo de la planta, junto a la fachada posterior acristalada.

Aquí puede observarse la auténtica declaración de intenciones del espíritu estilístico que Pia Capdevila ha buscado para este proyecto, basado en “mezclar mucho para no tener un estilo muy marcado”, aunque en esta planta destaca especialmente la línea más clásica matizada con toques contemporáneos. Todo ello en una paleta cromática muy suave de tonos naturales (marrones y grises, básicamente) implementados en mobiliario, tapicerías, lámparas, accesorios, pavimento y paredes. El resultado es un espacio común de paso muy elegante y acogedor donde también se puede disfrutar del tiempo leyendo, conversando o simplemente descansando.

Lejos de la vista, al final de esta misma planta, se sitúa el ascensor para subir a los apartamentos, pudiendo también acceder a los mismos por la escalera principal del edificio, de estilo racionalista art déco. Ésta es otra de las piezas clave originales que se conservó del edificio, rehabilitándose con sumo cuidado para devolverle todo su esplendor.

Planta inferior

En medio de la planta principal se abre el hueco de una amplia escalera que baja al sótano, enmarcada por una pared de ladrillo visto original que conecta ambas plantas. A través de los peldaños volados, el huésped ya entrevé el espacio inferior y sin darse apenas cuenta, le sobreviene ese efecto wow! de las grandes ocasiones. Porque el cambio de registro ambiental es realmente llamativo. Y aunque aquí se ha seguido también la línea de crear diversos rincones de estar, son las formas y los materiales constructivos que los envuelven los que han impuesto la distribución de los diferentes espacios, como son la zona coworking, la sala de reuniones, el gimnasio y un espacio central polivalente.

Pia Capdevila quiso potenciar en esta planta la auténtica esencia de este escenario histórico, haciendo que “la apariencia original de las paredes no pasara desapercibida, manteniendo fielmente el encanto de los propios desperfectos de los muros que ha dejado el paso de tiempo”. Techos de volta catalana, arcadas, pilares de ladrillo y paredes de piedra se mantuvieron fieles durante la reforma. Lo único nuevo de la envolvente del sótano es el suelo de lamas dispuesto a lo largo, “ya que cuando yo vine por primera vez, lo que pisaban mis pies era arena”.

A una primera zona alargada de ambiente más tenue y, por tanto, con una iluminación teatral más pronunciada, el recorrido invita a ir hacia el fondo de la planta buscando la entrada de luz natural cenital conseguida a través de la abertura a la fachada posterior. Hay un espacio central más amplio, frente al cual se ha situado una sala de reuniones cerrada, y otra zona abierta de trabajo alargada justo por debajo del lucernario acristalado.

Los tubos de ventilación vistos, junto con los materiales constructivos, la iluminación de los pilares proyectada desde el suelo y el perfil negro de los cerramientos son los que potencian un estilo más industrial en esta planta, permitiéndose al interiorismo una licencia de colores más intensos en tapicerías y mobiliario respecto a la planta baja, incluido el baño público, con un toque victoriano mezclado con detalles de campiña inglesa.  

Sin duda, uno de los principales contrastes entre ambas plantas es la iluminación del sótano, indirecta y muy estudiada, “sin perder ese efecto de tenebrosidad, pero con un punto acogedor y cálido”, explica la interiorista.

Plantas superiores

Teniendo en cuenta que la permanencia de los huéspedes de 8Sides ha de ser, como mínimo, de 32 días, el objetivo del proyecto consistió en dar vida a unos apartamentos completamente equipados de 65 metros cuadrados cada uno y distribuidos en dos habitaciones, dos baños (uno en suite), cocina y salón comedor. La salida al exterior la tienen, a elegir, en forma de terrazas o balcones, con vistas a la calle o a un tranquilo pasaje típico del Ensanche barcelonés.

El interiorismo de los apartamentos se ha llevado a cabo en base a dos estilos, “uno más neutro y el otro más atrevido”, según explica Pia Capdevila, aunque ambos tienen los mismos elementos comunes en cuanto a colores, combinando azul intenso, gris y blanco. El resultado son unas viviendas de líneas muy elegantes con un estilo neutro a caballo entre cierto clasicismo (en las molduras), algunos guiños art déco (con lámparas redondas doradas) y detalles contemporáneos como los que aportan los mármoles (en baños y cocina) y las maderas de nogal y lacadas del mobiliario. Lo que se pretende precisamente es “no tener un estilo definido para poder adecuarse a cualquier tipo de huésped, poniendo el foco en crear unas estancias privadas de máxima amplitud visual y con una estética muy cuidada”, opina la interiorista catalana.

Última planta

La zona de la azotea se ha dedicado principalmente al ocio exterior de los huéspedes y ofrece unas vistas espectaculares de la ciudad de Barcelona. Cuenta con una piscina junto a un solárium con tumbonas para tomar el sol, en una parte, y en otra más amplia, hay una terraza con diferentes asientos.

En esta planta también se encuentra un pequeño apartamento tipo ático de 40 metros cuadrados con terraza privada.

Las claves de la reforma

El principal reto al que se enfrentó Pia Capdevila en esta reforma fue conseguir que entrara luz natural en el sótano totalmente ciego, además de la ventilación. Debía hacerlo desde la fachada posterior del edificio que se rehabilitó completamente para poder abrir esa comunicación visual y para ello tuvo que cambiar la estructura de algunas terrazas y patios interiores existentes.

La interiorista también destaca que, aunque haya una apariencia distinta de estilos según las plantas, “los materiales son siempre los mismos y se van repitiendo en todas ellas para crear un hilo conductor que sutilmente aporta al huésped una sensación visual envolvente”. Un ejemplo claro está en el pavimento de cuarterones que mezcla madera y cerámico y que se repite tanto en la planta baja como en la del sótano y que sirve para delimitar algunos espacios, como la recepción o la zona del coworking. Algunos modelos de lámparas colgantes de diseños muy marcados son otras piezas que también comparten distintos espacios del edificio, incluidos los apartamentos.

En cuanto al mobiliario de la planta inferior, se ha buscado que fuera muy versátil para poder moverse, dado que este espacio con encanto está destinado a ofrecer diversos usos, tanto sociales como de negocios.

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