En un espacio de 2.300 metros cuadrados, el estudio Blanca Beltz, liderado por Henry Suarez, realizó un proyecto con chispa, joven, fresco, rompedor, con acento mediterráneo y luz, y muy alineado con los valores del hostel y el ADN de la ciudad de Barcelona y de la zona donde se ubica, en pleno centro del Pueblo Nuevo.
El espacio, pensado para un público curioso, aventurero, abierto y respetuoso con la ciudad, el medio ambiente y con inquietudes culturales, artísticas y musicales, se divide en 64 habitaciones y otros 400 metros cuadrados de zona común. Desde una terraza acogedora para disfrutar de las tardes mediterráneas con los amigos y la música, hasta las amplias habitaciones con mucha luz natural o el acogedor lobby a pie de calle junto al restaurante Chicha Limoná y finalmente la planta 2, un lugar de encuentros y reuniones. Un espacio en el que compartir, descansar, escuchar sesiones de DJ, leer, trabajar, realizar yoga y relacionarse.
Para adaptarse a los nuevos usos de albergue se optó por dejar desnudas las entrañas de cemento del edificio y contrarrestarlo con unos forros livianos de estructuras de madera, gráficas coloristas y las propias instalaciones de luz y aire vistas, consiguiendo diferentes texturas en paredes y techos.
Siempre se ha querido jugar con el contraste. Así, el uso de colores neutros para todas las zonas es intensivo, equilibrado con el colorido de los muebles y las gráficas aplicadas y las propias plantas que le dan este aspecto más juvenil, amigable y moderno.
En las habitaciones, es donde se han querido mantener con más afán estos colores sobrios para indicar que son zonas puramente de descanso, solo variando el color del vestíbulo de la habitación según si es estándar (color teja), premium/familiar (negras) o las habitaciones exclusivamente para ladies (blanco).
Uno de los trabajos que más divierte al equipo de Blanca Beltz es el de crear nombres. Para el hostel, se inspiraron en la canción Eez-eh (por easy) del grupo británico Kasabian, con su sugestivo estribillo: “i’m gonna keep up you all night”. Con las palabras»you» y «night» en su versión más informal (you=u + night=nite) se fundieron creando Unite. Fusionar, mezclar, etc. es la base de todo el albergue: unión de personas, unión de culturas.
Luego están las divertidas frases, con guiños musicales, cinematográficos e incluso filosóficos, que decoran las paredes de los pasillos, con las que más de uno sonreirá al lanzarse a la conquista de la ciudad o antes de acostarse. Shut the funk up; Tourists go home, travelers welcome; And they traveled happily everafter o I travel therefore I am, son algunas de ellas. Un buen maridaje entre la filosofía del hostel y el know how de Blanca Beltz.
