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Cuarto Interior diseña el Hotel VP Plaza España Design de Madrid
15-marzo-2018
Foto: Daniel Schäfer
Cuarto Interior ha diseñado las zonas comunes (lobby y lugares de tránsito) y las 214 habitaciones, incluido todo el mobiliario, del VP Plaza España Design, de cinco estrellas. Haciendo gala de esa mezcla de buen gusto y calidad técnica que lo han convertido en un referente de la hotelería y la restauración de lujo, el estudio ha optado por un diseño sobrio, atemporal y monocromático (pero rico en texturas y materiales) que convierte el espacio en un contenedor de grandes obras de arte creadas en exclusiva por artistas nacionales e internacionales.
El hotel, de 17 plantas y cinco estrellas, contará además con varios restaurantes, Ginkgo sky bar en la planta 12, una piscina exterior atemperada y 1.400 metros cuadrados para reuniones y eventos, lo que, sumado a su estratégica situación –entre la Gran Vía, el Palacio Real y el Templo de Debod–, lo convierten en el lugar perfecto para el descanso del turismo de calidad y punto de encuentro para los negocios.
Espectacular contenedor de arte
Cuarto Interior siempre ha estado ligado al mundo del arte; la prueba es que ha diseñado la sala VIP de la última edición de Arco. En este hotel también ha ejercido de comisario de las obras de arte –de artistas nacionales e internacionales– que decoran el lobby, el atrio y las habitaciones, creando un novedoso concepto de hotel que, aparte de su indiscutible belleza, crean un patrimonio artístico para la cadena VP. Para ello ha hecho una minuciosa selección de artistas de disciplinas tan diferentes como la fotografía, el collage, la escultura, la pintura y el arte digital. Entre sus reconocidos nombres encontramos a Darío Urzay, Nacho Zubelzu, Hélène Bergaz o Fernando Palacios. Todo ello convierte el espacio en un lugar único, exclusivo y de gran valor.
El gran lobby: un punto de encuentro
Un muro cortina de cristal de seis metros de altura da acceso a un open space en el que Cuarto Interior, fiel a su visión 360 grados del diseño, propuso que una gran escultura que articulara el espacio a través de grandes celosías (de 6×9 m y 8x3m) hechas con un novedoso material semitransparente que se convierten en uno de los elementos icónicos del proyecto. «La idea es que el lobby sea un punto de encuentro, un lobby vivo en el que ocurren cosas, no solo de acceso a la recepción y los salones», explica Germán Álvarez, director creativo de Cuarto Interior.
Siguiendo con la idea de hacer un lobby sobrio, pero con obras de arte, se ha trabajado con materiales como piedra natural de la india o metales como el bronce. La iluminación es indirecta y está muy estudiada para generar diferentes espacios según la hora del día. También se han creado unas fosas en el techo para esconder todas las instalaciones propias de un complejo hotelero de estas dimensiones (cámaras de seguridad, altavoces de megafonía, aire acondicionado, railes de iluminación, retorno, señalética…).
Zonas comunes: el atrio
Desde la planta cuarta hasta la onceava el edificio tiene un atrio de 36 metros de altura coronado con una piscina con suelo de cristal. El estudio propuso potenciarla convirtiendo este espacio en una caja oscura con una gran cascada que generara la ilusión de que el agua de la piscina cae desde el techo hasta el suelo. Un elemento muy espectacular, elaborado en fibra de vidrio metalizado, para el que la propiedad eligió al artista español Pere Gifre.
Cuarto Interior, estudio de diseño especializado en conceptualizar y desarrollar hoteles y residencias de lujo, ha cuidado que los materiales sean duraderos, funcionales y novedosos.
«Hemos trabajado con materiales novedosos y muy técnicos de hotelería porque no solo hacemos hoteles bonitos, también funcionales», comenta Germán Álvarez.
Habitaciones: elegancia y confort con vistas
Como el resto del hotel, sus 214 habitaciones se caracterizan por sus grandes dimensiones, sus espectaculares vistas y su confort extremo (todas están insonorizadas y tienen doble puerta). En el diseño también hay una coherencia: «Queríamos que fuera original, funcional, sobrio y elegante», afirma Álvarez. Para ello se ha jugado mucho con los claroscuros, tanto en los materiales nobles (como las maderas naturales) como en la iluminación indirecta (los techos están particionados) pero muy estudiada para crear escenas de día, noche y trabajo. Las habitaciones se han concebido como un espacio cómodo, flexible y articulado mediante elementos móviles como mamparas y ventanas, potenciando así sus espectaculares vistas.
Todo el mobiliario ha sido diseñado en exclusiva para el hotel: desde las mesas, mesillas, lámparas o los cabeceros (de 7×2,70m) acolchados a la pared con la última tecnología hasta el perchero, el maletero o el picaporte. Siguiendo con el concepto de ‘contenedor de arte’, las habitaciones contienen producciones de arte, originales y exclusivas, firmadas por grandes artistas.
Dentro de sus 214 habitaciones existen nueve tipologías diferentes, aunque todas cumplen con el estándar de un gran hotel internacional de cinco estrellas (gracias a una espectacular cristalera de 2,7 metros de altura). Algunos tienen terraza, domótica, otras gimnasio privado o incluso walking closet. La joya de la corona es una suite de 120 metros con vistas 360 grados de todo Madrid.
Todas cuentan con baño con ducha, bañera, lavabo y bidé independiente, aunque hay variaciones: algunas (más enfocados a la pareja) te permiten abrir el baño a la habitación a través de una pecera, otras, más de negocios, lo tienen independiente o incluso tienen dos, para las visitas.
Un diseño sostenible (y premiado)
El hotel VP Plaza España ha recibido una mención especial Rethink Hotel al mejor diseño de interiores y al mejor proyecto sostenibilidad en la edición de Fitur 2017. También aspira a la Medalla Oro en el certificado Leed porque cumple con todos los cánones de sostenibilidad. La madera usada es nacional, las moquetas son anti-ácaros con materiales reciclados, los grifos tienen un aireado que disminuyen un 50% el caudal de agua y la iluminación es led «Todo esto lo convierten en un trabajo más complicado pero mucho más profesional», concluye Germán Álvarez.