Alimentación y bebidas
Impás, el primer blanco de alta enología de Bodega Pirineos
31-enero-2018
Bodega Pirineos, fundadora de la D.O. Somontano y perteneciente al Grupo Barbadillo, presenta Impás. Este vino blanco ha sido creado por el enólogo Jesús Astrain junto con Armando Guerra, responsable de Alta Enología del Grupo Barbadillo.
Impás es el resultado de la selección de las mejores uvas blancas de la cosecha 2016. El vino ha sido criado sobre sus lías y reposado en la botella para obtener un desarrollo aromático excepcional, que contrasta con los blancos habituales de Somontano.
Impás nace de una hermosa finca cultivada con esmero por Jorge Sin, responsable de viñedos de Bodega Pirineos, quien ha sabido extraer todo el potencial de la viña con la que se elabora este gran vino blanco. El pago de nombre el Poyed hace referencia a una pequeña elevación situada en unas terrazas sobre el río Vero, a escasos metros de la bodega. Allí hay vestigios de una antigua torre de vigilancia que se comunicaba con dos enclaves históricos de la zona: el Monasterio del Pueyo y la ermita de la Candelera. Con suelos calcáreos y arcillosos y su microclima característico es un paraje ideal para los vinos blancos, dando como resultado una uva blanca de alta calidad enológica.
Al igual que el otro vino de altaenología Principio Moristel, Impás blanco es un vino de alta costura, “hecho a mano”, de edición limitada a 5.000 botellas, con el que se quiere mostrar una forma distinta de interpretar el Somontano, buscando grandes expresiones y riquezas aromáticas.
Para Impás blanco, Pirineos trabaja los mostos con delicadeza para no perder nada de fruta. Una pequeña parte del vino fermenta en barrica de tostado muy ligero, que lejos de apoderarse del vino, empuja la fruta hacia arriba, y aporta dulzor y diversidad de aromas. El albaricoque, los cítricos, la corteza de limón y de naranja o la vainilla se entremezclan con aromas marinos y especiados.
Se busca un vino diferente con mucha personalidad, capaz de crecer en la botella y en la copa y aportar un perfil distinto de vino, buscando una boca con mucha cremosidad, elegancia y longitud. Para ello se realiza una crianza de cinco meses con sus lías finas y posteriormente lo dejamos madurar seis meses en botella, para lograr un vino capaz de emocionar por su calidad y por su diferenciación.
Impás es de color amarillo con tonos verdosos. En nariz es fragante; el aroma se sale de la copa. Huele a vainilla, cítricos, corteza de limón y de naranja, así como a olores marinos –yodo, mar, ahumados– y a tabaco rubio. Soberbio en boca, con mucho sabor, jugoso y denso en boca. Deja un sabor a mermelada de abaricoque en boca. Es intenso, cremoso y muy largo.
Se puede maridar con carnes de ave, bonito encebollado y tablas de quesos.