Pavimentos y revestimientos

XpressLay y Cantasa, la solución autoportante de Altro sin adhesivo

“El suelo autoportante sin adhesivo debería ser uno de los productos preferidos en áreas donde el tiempo de inactividad no es una opción”, afirma David Brailsford, gerente de Introducción de Nuevos Productos de Altro.

Y es que hay muchas razones para elegir suelos autoportantes, especialmente en ciertos sectores como el de la asistencia sanitaria, la educación o la vivienda social. En todos ellos no es una opción tener determinadas zonas cerradas o fuera de servicio. Sin embargo, los suelos autoportantes ofrecen ventajas que, más allá del ahorro de tiempo y costes, también pueden ser una solución idónea para proyectos de remodelación o de nueva construcción que tengan un subsuelo que no esté perfecto.

Ventajas de los suelos autoportantes sin adhesivo
En primer lugar, los suelos autoportantes se caracterizan por ser capaces de reducir el tiempo de instalación a la mitad. Para su correcta instalación, las juntas se fijan con una cinta de doble cara resistente a la humedad. Esta ventaja supone, sin duda, un importante ahorro de costes.

Pero es que, aunque no estemos mirando los costes, hay determinadas zonas de algunos edificios que resultan críticas donde el suelo autoportante sin adhesivo puede ser la única opción viable capaz de ofrecer una excelente calidad del pavimento. El ejemplo más evidente es el pasillo de un hospital, que tiene habitualmente un tránsito muy elevado. Estos modelos autoportantes hacen que sea posible reducir al mínimo la prohibición de paso por las mismas.

Los suelos sin adhesivo resultan perfectos también para otros sectores, como el de la vivienda social. Las propiedades vacías se deterioran. Por este motivo, es fundamental reducir al mínimo los tiempos de reacondicionamiento sin que ello signifique reducir la seguridad de los usuarios o la calidad de las viviendas. Lejos de ser una consideración únicamente estética, la instalación de suelos autoportantes pueden resultar crucial en zonas donde hay que incrementar la seguridad de los usuarios, como las zonas comunes, los pasillos o las escaleras.

En las viviendas de personas mayores, con algún tipo de discapacidad o de movilidad reducida, donde los baños o las cocinas presentan un mayor riesgos de accidente por caídas y deslizamientos, hay que considerar la utilización de suelos antideslizantes. El acceso a las áreas comunes también resulta crítico, por lo que los tiempos instalación deben acortarse todo lo posible.

Los suelos autoportantes ofrecen otras ventajas tanto para construcciones nuevas como para reformas. El suelo autoportante se puede instalar directamente en un subsuelo húmedo o en un nuevo suelo de cemento con una humedad relativa de hasta un 97%, sin necesidad de esperar a que el sustrato se seque. De esta manera, resultan ser una solución adecuada especialmente en los proyectos de nueva construcción, donde el acabado del suelo autoportante se deja para el final. Las instalaciones son más rápidas y fáciles ya que no se requiere una membrana antihumedad ya que el subsuelo puede respirar.

El galardonado método de instalación de Altro, sin adhesivo, le permite soldarse y que se puede caminar sobre él el mismo día.

Por otra parte, es fácil de desinstalar, es reutilizable y 100% reciclable.

La alternativa a los suelos con adhesivo
Muchos proyectos de renovación deben ser rápidos y, sin embargo, es bastante típico encontrar varias dificultades. Eliminar el revestimiento de un suelo ya instalado puede ser costoso y complicado, ya que implica la eliminación del producto anterior y obras correctivas sustanciales para preparar correctamente el subsuelo previo a la instalación nueva. Las superficies pintadas en escamas, por ejemplo, pueden ser costosas y problemáticas para trabajar. Las baldosas de vinilo antiguas, fijadas con adhesivo, también requieren mucho tiempo y mano de obra para ser eliminadas.

Después de haber terminado las obras en el subsuelo, éste puede estar demasiado húmedo para el uso efectivo de los adhesivos requiriendo la instalacion de una membrana antihumedad.

Los suelos autoportantes, por el contrario, no requieren dicha membrana. Incorporan un relieve en la parte inferior que permite colocarlo de forma plana sobre la superficie del subsuelo sin necesidad de emplear adhesivo. Además, puede colocarse sobre suelos ya existentes o sobre una solera de cemento fresco, ya que su relieve en la parte inferior forma diminutos canales de aire que hacen que el suelo respire y elimine cualquier resto de humedad que quede en la solera. Por estos motivos, los suelos autoportantes sin adhesivo resultan idóneos. Algunos se pueden colocar con éxito sobre superficies que no estén en perfecto estado. Se pueden instalar rápidamente y también levantar y reutilizar si es necesario, así como colocar sobre una amplia gama de materiales, como piedra, azulejos, vinilo o incluso pintura escamosa.

Por otra parte, al poder levantarse fácilmente para acceder al subsuelo, resultan especialmente útiles si hay inundaciones localizadas o problemas con el sustrato. Cualquier daño en el suelo autoportante se puede rectificar fácilmente, ya que se puede cortar, reparar el daño, colocar el nuevo suelo autoportante y soldar.

Además, al final de su vida útil, se puede retirar fácilmente, reutilizarse o reciclarse. Es idóneo para espacios públicos en los que se deban acortar los tiempos de cierre. Y al no incorporar adhesivos, se eliminan las típicas molestias provocadas por el olor de los mismos.

Altro XpressLay y Altro Cantata
Altro ofrece dos modelos que cumplen con estos requisitos: Altro XpressLay y Altro Cantata.

Altro XpressLay es un suelo antideslizante tradicional que junto a las ventajas arriba indicadas ofrece el rendimiento y ventajas propias de los suelos antidslizantes Altro

Por su parte, Altro Cantata es un suelo autoportante pero con un acabado liso decorativo. Su paleta de 16 colores va desde sutiles tonos inspirados en la naturaleza hasta llamativos colores brillantes que brindan la posibilidad de crear la atmósfera que el cliente quiera con la durabilidad necesaria en zonas de tráfico medio a alto.

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