Fitness: potente fidelizador para el hotel

Un gimnasio bien equipado, con unas buenas instalaciones y una oferta variada e innovadora, puede llegar a marcar la diferencia en cuanto al posicionamiento de un hotel. De hecho, este espacio –de enorme potencial fidelizador– se ha convertido ya en el tercer factor determinante de reserva, solo superado por el precio y la ubicación.

La fiebre del fitness continúa en expansión, por lo que cada día son más quienes desean mantener sus rutinas de entrenamiento cuando se encuentran lejos de sus residencias habituales, ya sea de vacaciones o en viajes de negocio. Y proporcionar a los huéspedes de un hotel aquello que necesitan es siempre garantía de satisfacción.

Esto tiene que ver en parte, tal y como explica Tomás Junquera, CEO de Thomas Wellness Group, con que “los hoteles han dejado de ser exclusivamente lugares de paso o descanso para convertirse en espacios experienciales que generan vínculos emocionales con el cliente”. Los servicios de fitness y entrenamiento ofrecen a los huéspedes la oportunidad de relajarse, liberar estrés y mantener sus hábitos deportivos mientras viajan; de ahí que, según Floriane Guyot, sales & product manager de Pavigym, “disponer de un espacio bien diseñado y accesible para hacer ejercicio, atraiga a una mayor variedad de clientes, y represente una ventaja competitiva”.

Para Juan José Aparicio, director comercial de Oss Fitness, el gimnasio de un hotel es un servicio adicional igual de importante que el restaurante/cafetería, el servicio de habitaciones o la recepción 24 h: “Aporta un plus en la elección del hotel por parte de los huéspedes y, además, puede ayudar a generar un vínculo con el establecimiento que asegurará el retorno del cliente”.

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