Alimentación y bebidas

El histórico salchichón Bofill reaparece 100% ecológico

BofillBofill, el prestigioso salchichón creado en Vic en 1898, vuelve ahora al mercado reconvertido en ecológico, dos años después de su desaparición. Así, este exclusivo producto gourmet no sólo reproduce el proceso tradicional de elaboración, sino que además ahora incluye exclusivamente carne 100% ecológica de máxima calidad, que lo convierte en un embutido único, saludable y de calidad insuperable. Bofill se elabora con la mejor materia prima de proximidad y únicamente de cerdas procedentes de granjas ecológicas que garantizan que el animal se ha alimentado con una dieta certificada ecológicamente y ha vivido en un espacio amplio –tanto interior como exterior–, además de ser descendientes de hembras también ecológicas. Los expertos de Bofill seleccionan una a una las cerdas ecológicas, escogiendo sólo aquellas que cumplen unas exigentes condiciones. Es por este motivo que la producción de Bofill es muy limitada, de 100 piezas mensuales inicialmente y hasta un máximo de 200 más adelante. Para la elaboración de Bofill se incluyen las partes más nobles del cerdo –jamón, paleta, lomo y panceta– y tan sólo se añade pimienta blanca molida y en grano, logrando así un producto totalmente natural. El proceso de curación dura unas 20 semanas, durante las cuales se generan las condiciones de temperatura y humedad idóneas, reproduciendo el entorno del invierno y de la primavera en el que antiguamente se secaban los productos. El resultado es una longaniza con personalidad propia y de excelentes cualidades gastronómicas, de sabor en boca suave pero con un punto picante al final de la cata, debido a la pimienta blanca. De color rojizo suave, Bofill tiene un aroma perfumado y su flora recuerda a un bosque mediterráneo húmedo de la época de otoño. Con un peso unitario aproximado de 1,3Kg, Bofill se puede adquirir en establecimientos gourmet seleccionados, a un precio aproximado de 70 euros el kilo (cuando se compra en cortes). David Garcia-Gasull apostó por adquirir Bofill y Casa Sendra, las dos más prestigiosas marcas de salchichones que habían desaparecido a principios de 2014. Actualmente, estos dos embutidos se vuelven a fabricar en unas modernas instalaciones situadas en el parque natural del Montseny.