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Ahorro, eficiencia energética y medición de consumos con automatización KNX

Una de las máximas inquietudes de las empresas y gestores de edificios hoteleros es conseguir la eficiencia en el uso de la energía eléctrica. Una buena razón son los altos costes en iluminación y climatización que, según Eurostat, se han incrementado en Europa una media de casi el 20% entre 2006 y 2011, debido al desmesurado crecimiento de la demanda mundial y a factores políticos y de mercado.

Al gestor de edificios le afectan normativas cada vez más intransigentes con el derroche y la ineficiencia, centradas cada vez más en los sectores residencial y terciario, responsables estos últimos de un 41% del consumo total de energía en Europa, según la Comisión Europea. Desde hace unos años es posible responder adecuadamente a estos retos con la tecnología de automatización KNX, así como con dispositivos de medición y análisis de consumos que se adaptan a las necesidades de ahorro de cada propiedad.

En el sector terciario (oficinas, hoteles, etc.) resulta más complicado sensibilizar a los trabajadores o a los huéspedes en el uso racional de la energía, ya que no son ellos quienes la abonan. Para controlar el gasto en un establecimiento hotelero, desde hace poco tiempo existe la figura del gestor energético de edificios. Para conseguir la máxima efectividad, el gestor energético del hotel debe contar con herramientas tecnológicas que le permitan llevar a cabo su labor de forma eficiente. Y la primera de ellas debería ser la medición y presentación de datos en tiempo real.

Efectivamente, el primer paso para ahorrar energía en los hoteles es tener información sobre el consumo energético en cada momento en que se está produciendo. Una correcta medición nos da la posibilidad de tomar medidas inmediatas para corregir los desajustes y hábitos ineficientes en el consumo, y evitar así una factura abultada. Porque, una vez llega la factura, es demasiado tarde para saber en qué y cuándo se ha gastado el dinero.

El hecho de disponer de una medición parcializada y en tiempo real permitirá al gestor energético del hotel analizar los hábitos de los responsables y trabajadores del establecimiento, proponerles medidas y analizar resultados al día siguiente. De esta forma es mucho más sencillo concienciar y demostrar que un pequeño gesto puede proporcionar un gran ahorro.

Para garantizar el éxito y la continuación de los ahorros en el tiempo, lo ideal es dotar al edificio hotelero de un sistema de control automático de instalaciones. Y uno de los más implantados en todo el mundo es el protocolo estándar KNX, bajo el cual Jung fabrica y distribuye su propio programa de componentes. Un sistema como KNX es capaz de integrar todas las instalaciones eléctricas del hotel –iluminación, climatización, motores de persianas y cortinas, etc.– para conseguir las mayores cotas de ahorro de energía, confort y seguridad mediante detección de presencia, control horario o regulación automática de iluminación. Sus beneficios no solo serán palpables en la factura energética del hotel, sino que, si se contempla en la redacción del proyecto, ayudará a mejorar la calificación energética del edificio.

La tecnología KNX es un protocolo compatible entre más de 400 fabricantes, respaldado por la normativa europea EN 50090 y las normas ISO. El sistema está basado en una topología de bus descentralizado en la cual sensores y actuadores se comunican entre sí. Cuando se acciona cualquiera de los pulsadores, se envía un telegrama que será recibido por todos los actuadores del sistema, pero solo el que tenga la dirección de destinatario será el que ejecute la orden. Cada fabricante certifica sus productos a través de KNX Association, obteniendo así el sello KNX, que garantiza perfecta compatibilidad de ese componente con todos los que existan en el mercado.

Cuando se trata de abordar el ahorro energético en iluminación y climatización, un detector de presencia de techo KNX Jung se convierte en pieza clave, por ejemplo en habitaciones. Permite mantener las luces encendidas y la climatización conectada en la zona mientras hay presencia. Cuando se abandona la estancia se inicia un primer tiempo de retardo, después del cual se apaga la luz. Puesto que la temperatura ambiente tiene una cierta inercia y no es conveniente que la climatización se conecte y desconecte en cortos intervalos de tiempo, la calefacción solamente se reducirá unos 10 minutos después de dejar de detectar presencia. Cuando la persona regresa la temperatura de consigna de climatización vuelve a su nivel de confort. Asimismo, la luz se enciende, siempre y cuando la luminosidad ambiente que proporciona la luz natural esté por debajo de un determinado nivel. Si la iluminación es regulable, el sensor de luminosidad que el detector lleva integrado es capaz de ajustar automáticamente el nivel de luz a un valor consignado, regulando la iluminación interior en función del aporte de luz exterior. En lo referente al control de climatización, el sistema KNX de Jung dispone de una amplia gama de controladores con posibilidad de establecer un control PI de la climatización, ajustando al máximo la temperatura real del ambiente al valor consignado. Estos controladores ofrecen varios modos de funcionamiento que permiten controlar las consignas desde cualquier otro sensor del bus, tal como un detector de presencia, para lograr una máxima eficiencia energética. Algunos modelos disponen de display informativo y pulsadores integrados para manejar otras funciones, como iluminación o persianas motorizadas. El ahorro energético en climatización se puede apoyar de forma eficiente en el control de todos los cerramientos del hotel. Se trata de que el sistema pueda manejar de forma automática persianas y toldos para permitir que entre el calor del sol en invierno e impedir su paso en verano.

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