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4 Cadires firma el interiorismo del restaurante Soco de Barcelona

4 Cadires firma el interior de este restaurante emplazado en Barcelona, en el que ha impreso su estética personal, para crear un espacio acogedor que apela al confort en la experiencia del visitante.

La principal premisa del proyecto ha sido unificar visualmente el espacio formado por dos locales pertenecientes a dos edificios contiguos conectados entre sí. Para ello, se ha buscado el orden en todo momento, llegando a un equilibrio entre las diferentes arquitecturas de los locales, rebajando techos e igualando grosores de paredes. Los dos espacios se unen mediante un gran pasillo, en el que se ubica el corazón del restaurante, su cocina, tras una gran estructura de hierro y cristal.

El diseño del interior debía ser versátil y adaptarse a los diferentes usos que el espacio podía tener durante el día: cafetería por las mañanas, restaurante con menús al medio día, cafetería por las tardes, restaurante por las noches y, finalmente, un bar de copas a última hora de la noche.

Soco no tiene un significado en especial por sí solo. Este nombre fue escogido por la propiedad por su naturalidad, simplicidad y fuerza. La propiedad quería relacionar estos conceptos y extenderlos al restaurante. El resultado es un espacio en el que predominan la madera y la evocación del frescor de la naturaleza, a través de una gama de colores orgánicos y suaves como protagonistas: el color verde turquesa de la vegetación y el marrón de la madera.

El acceso al restaurante se ha revestido con listones altos y estrechos de madera de roble a cierta distancia entre ellos y que gracias a sus llenos y vacíos crean un juego de luces y sombras que acentúa el carácter natural del proyecto, disimulan las incorrecciones de la construcción y transforman el estrecho hall del restaurante en un espacio mágico. Al subir las escaleras se encuentra un gran mural de piezas cerámicas verde esmeralda sobre la que aparece el logo del restaurante. En este punto de bienvenida al local se establece un diálogo entre la vegetación representada por la cerámica verdosa y el pavimento porcelánico símil a madera que se repetirá en todo el diseño.

El local cuenta con grandes ventanales que permiten el paso de luz natural al interior. No obstante, la iluminación técnica juega un papel fundamental en el proyecto. Se han utilizado varios tipos de luminarias, que a su vez son regulables en su intensidad, para dar más amplitud al espacio y crear distintos ambientes. Los focos proyectores sirven como base para que todo el local cuente con la iluminación necesaria. Se complementa con lámparas decorativas de gran tamaño sobre la barra que aportan carácter y focalizan la atención sobre ella. Para las paredes, se han diseñado unas lámparas verticales en latón que aportan una luz tamizada al entorno y ayudan a crear un ambiente íntimo y tranquilo.

Parte del mobiliario se ha diseñado a medida ya que es un elemento que se utiliza para organizar los diferentes espacios y separaciones. Tanto en el mobiliario como en los tapizados se ha recurrido a colores y telas coloridas de estilos muy distintos para conseguir un carácter dinámico y desenfadado, a la vez que contrastan con la uniformidad de color en el resto del proyecto. Para alguna de las mesas se ha utilizado cerámica verde como elemento decorativo.

En el salón interior se crea longitudinalmente, una zona de bancos que recorre otra pared de listones de madera de roble recortada por estantes en los que se han colocado objetos curiosos que aportan interés visual al espacio.

Los baños se han revestido de papel pintado con estampado floral que otorgan profundidad al espacio. Este recurso se refuerza con la utilización del espejo que duplica la presencia de los elementos del espacio.

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